La patinadora Isabella Aparicio se emocionó al recordar a su padre y su hermano fallecidos en la tragedia aérea de Potomac durante un evento benéfico.

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Isabella Aparicio se arrodilló sobre la fría pista de hielo, con su rostro apoyado en la superficie helada donde, momentos antes, había estado presentándose.

Las lágrimas caían de sus ojos mientras intentaba contener el llanto. La joven, hija de Luciano Aparicio, homenajeó a su padre, el único argentino que perdió la vida en un trágico accidente aéreo ocurrido cuando un avión, que transportaba a varios patinadores, colisionó con un helicóptero y se estrelló en el río Potomac en Washington, dejando un saldo de 67 personas fallecidas.

El evento titulado "Legado sobre hielo" se llevó a cabo este domingo en la capital de Estados Unidos, con el objetivo de recaudar fondos para ayudar a las familias de las víctimas, así como a los socorristas y profesionales de la aviación que trabajaron incesantemente tras la tragedia.

Isabella, luciendo un vestido que cambiaba de blanco a negro desde sus hombros hasta sus rodillas, llevó al centro de la pista el recuerdo de su padre y su hermano Franco, de 14 años, quien también fue una de las víctimas fatales del siniestro.

Su actuación, que duró un minuto y 50 segundos, tuvo lugar en una pista casi oscura, iluminada solo por una luz que la seguía y por velas encendidas en una mesa que generalmente es ocupada por los jueces en competiciones.

Isabella deslizó, giró y bailarín con sus patines al compás del Canon en Re de Pachelbel, una melodía que su padre solía ponerle de pequeña.

El homenaje se volvió aún más conmovedor cuando se escuchó una grabación de Luciano interpretando la misma canción. Él estaba a bordo del vuelo 5342 de American Eagle, que se estrelló contra un helicóptero Black Hawk el 29 de enero, dejando a la familia Aparicio en un profundo duelo.

En el vuelo, viajaban aproximadamente treinta personas, incluidos entrenadores, familiares y artistas relacionados con el patinaje, según datos proporcionados por la US Figure Skating, la asociación nacional de este deporte en Estados Unidos.

Franco, el hermano menor de Isabella, también era un talentoso patinador.

El evento fue organizado por la propia asociación, en un esfuerzo por conmemorar a los caídos y apoyar a sus familiares. En las redes sociales, se compartió un video de la actuación de Isabella, donde se reconoció su elegancia y conexión personal con la música, lo que provocó una ovación del público presente.

Un testigo del evento expresó su orgullo por Isabella, destacando su fortaleza para patinar frente a una gran audiencia mientras lidiaba con el luto.

El estadio se inundó con recuerdos: cientos de fotos, flores, velas y muñecos decoraban el espacio, mientras que afuera, una enorme bandera estadounidense ondeaba gracias a dos grúas que interrumpieron el tráfico en su honor.

The New York Times subrayó la atmósfera que se vivió, con perros terapéuticos dispuestos a brindar abrazos de consuelo a los asistentes. Ashley Cain, patinadora olímpica y entrenadora, recordó a los fallecidos y cómo cada vez que pisa la pista se siente inspirada por aquellos que perdieron la vida en el accidente.

Las autoridades investigan el caso, indicando que la tripulación del helicóptero pudo haber ignorado las alertas sobre una posible catástrofe. Este domingo, el Canon en Re de Pachelbel resonó con fuerza, mientras Isabella danzaba en memoria de su familia.