La nadadora argentina Mayte Puca consolidó un exitoso 2025 en competencias internacionales de aguas abiertas, pese a afrontar una historia de adversidades médicas que casi le impidió caminar. Su perseverancia y pasión por la natación la han llevado a la cima, logrando triunfos en varios países y soñando con un futuro olímpico.

Desde pequeña, Mayte enfrentó graves dificultades debido a una dislocación congénita de cadera, que fue agravada por una mala praxis en su nacimiento.
Como consecuencia, sufrió múltiples cirugías y una atrofia muscular que casi la impide caminar. Sin embargo, la #natación se convirtió en su mejor aliada, no solo como pasión sino también como terapia. Para ella, cada brazada simboliza una victoria sobre su condición y un paso hacia la autonomía.
Su historia está fundamentada en un espíritu de #superación que la llevó a luchar contra el dolor, las limitaciones físicas y los prejuicios sociales.
A los 8 meses, ya mostraba signos de dificultades para movilizarse, y a muy corta edad tuvo que someterse a procedimientos médicos complejos en Cuba y Argentina.
La cuarta y última intervención fue especialmente dura, con una operación de rotación de la cabeza del fémur que duró 9 horas y estuvo a punto de poner en riesgo su vida.
Logró su primer éxito al subir a un podio en un torneo nacional de aguas abiertas
Pese a estos obstáculos, Mayte nunca perdió la esperanza ni su determinación. A los 16 años, logró su primer éxito al subir a un podio en un torneo nacional de aguas abiertas, a pesar de la resistencia de sus entrenadores que consideraban que aún no era su momento.
Desde entonces, su carrera ha ido en ascenso. En 2025, conquistó importantes victorias en distintas partes del mundo: ganó los 10 kilómetros del Oceanman Argentina en Córdoba, en su país, y cumplió un sueño personal al vencer en los 57 kilómetros de la clásica Santa Fe-Coronda, una de las carreras más emblemáticas del circuito internacional.