Los hermanos Joaquín y Julián Azulay, conocidos como los Gauchos del Mar, han llevado a cabo una expedición única en la Antártida con el objetivo de promover la protección de los océanos y apoyar la creación de una Área Marina Protegida en el continente. La travesía, realizada en marzo de 2023, combina deporte, ciencia y activismo ambiental en uno de los entornos más extremos del planeta.

Su historia se remonta a una infancia en la que la tabla y las olas eran el escenario de sus primeras aventuras. Pero con el tiempo, su amor por el océano se transformó en un compromiso por su preservación y protección.
Durante más de seis años, los Azulay planificaron una expedición que los llevaría a uno de los lugares más inhóspitos y frágiles del planeta: la Antártida.
En marzo de 2023, lograron concretar ese sueño, navegando en su velero Ypake II a través del peligroso Pasaje de Drake, enfrentando vientos de hasta 180 kilómetros por hora, con la finalidad de surfear y documentar las condiciones del hielo y la fauna del continente blanco.
El viaje no solo tuvo un carácter deportivo, sino que también fue una misión científica y ecológica. Los hermanos buscan promover la creación de un Área Marina Protegida en el Dominio 1, que comprende aproximadamente 670.000 kilómetros cuadrados de la zona, similar en extensión a varias provincias argentinas juntas. Esta iniciativa busca regular la pesca del krill, especie fundamental para la ecosistema antártico, que actualmente enfrenta amenazas por la sobreexplotación y el cambio climático.
Para entender la magnitud del daño ambiental, es importante recordar que la #Antártida es uno de los lugares más afectados por el calentamiento global.
El deshielo de los glaciares se ha acelerado en las últimas décadas, dejando al descubierto nuevas áreas para el ingreso de residuos y especies no autóctonas, y poniendo en riesgo la cadena alimentaria marina.
Además de surfear en aguas heladas
Los Gauchos del Mar, además de surfear en aguas heladas, recopilaron imágenes y datos que muestran la disminución de hielo y la presencia de residuos plásticos en el continente, evidencias palpables del impacto humano.
La expedición también contó con la colaboración de científicos como el biólogo marino Rodolfo Werner y el investigador Manu Novillo, quienes aportaron conocimientos sobre la fauna y los efectos del cambio climático en la región.
El #activismo de los Azulay busca generar conciencia no solo a nivel científico, sino también en la comunidad global. En su documental, narrado por Ricardo Darín, combinan escenas de aventura con testimonios científicos para transmitir un mensaje de urgencia y esperanza: la necesidad de proteger la Antártida y sus aguas.
La expedición requirió una preparación exhaustiva, que incluyó entrenamiento físico, técnicas de respiración y provisiones para resistir las adversidades del clima.
En una de sus experiencias más impactantes, el velero estuvo a punto de zozobrar durante una tormenta en la Isla Decepción, cuando los vientos violentos y los cabos cortados pusieron en riesgo la tripulación y la embarcación.
Pese a las dificultades, los Gauchos del Mar lograron registrar en video y fotografías el ecosistema antártico, desde lobos marinos y focas hasta glaciares en retroceso y basura en el hielo.
Ellos creen firmemente que el cambio comienza con la conciencia y la acción, y que las generaciones jóvenes tienen un papel fundamental en la protección del medio ambiente.