Comienza el juicio contra siete médicos acusados de homicidio culposo tras la muerte de Diego Maradona. Un caso que ha conmocionado al mundo del deporte.

Buenos Aires, 11 de marzo: Un tribunal argentino inicia este martes un juicio que promete ser un hito en la historia del deporte, donde siete miembros del equipo médico que atendió a Diego Maradona, la leyenda del fútbol argentino, se enfrentarán a acusaciones de homicidio culposo.
Este caso surge a raíz de las acusaciones de que la negligencia de los profesionales de la salud pudo haber contribuido a la muerte del ícono del fútbol, ocurrida en 2020 a la edad de 60 años.
Su fallecimiento generó una ola de dolor y consternación en Argentina y en el resto del mundo.
Maradona sufrió un paro cardíaco en su casa alquilada en Tigre, un área adinerada al norte de Buenos Aires, donde se recuperaba de una cirugía para remover un coágulo sanguíneo en su cerebro, realizada semanas antes.
Considerado uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, Maradona llevó a Argentina a la victoria en la Copa del Mundo de 1986, convirtiéndose en un símbolo de esperanza y superación en un país que ha enfrentado numerosos desafíos económicos y sociales.
A lo largo de su vida, Maradona lidió con adicciones, obesidad y problemas de alcoholismo, y estuvo al borde de la muerte en varias ocasiones durante la década de 2000.
Sin embargo, los fiscales han determinado que su fallecimiento podría haberse evitado si no hubiera sido por la mala práctica de sus médicos. Los siete profesionales de la salud, que incluyen a su cirujano cerebral y psiquiatra, enfrentan cargos de homicidio culposo, un delito que puede ser comparable al homicidio involuntario.
Aunque niegan cualquier culpa, podrían enfrentarse a penas de hasta 25 años de prisión.
En este juicio, se encuentra Leopoldo Luque, el neurólogo de Maradona, quien realizó la cirugía que le salvó la vida y que luego se convirtió en el centro de la controversia.
Luque también supervisó la transición de Maradona del hospital a su hogar, lo que ha sido cuestionado por expertos que sugieren que Maradona debería haber permanecido más tiempo en el hospital.
Agustina Cosachov, la psiquiatra que prescribió los medicamentos de Maradona, también es parte de los acusados. Aunque no se encontraron alcohol o drogas ilegales en su sistema tras su muerte, sí se detectaron medicamentos psicotrópicos para tratar su ansiedad y depresión.
Los otros acusados incluyen a Carlos Díaz, un especialista en adicciones, y varios enfermeros que cuidaron de Maradona. En un informe explosivo de 2021, un panel médico acusó al equipo de Maradona de actuar de manera "inapropiada, deficiente y temeraria". El informe destacó que la atención en casa no cumplió con los protocolos establecidos y cuestionó la premura con la que fue dado de alta. Maradona, que había mostrado signos de hinchazón corporal, agonizó durante más de 12 horas antes de su paro cardíaco, y no se le realizaron pruebas cardíacas en las semanas previas a su muerte.
La fiscalía presentará más de 120,000 mensajes y grabaciones de audio que probarían la responsabilidad de los médicos en la atención de Maradona.
Todos los acusados niegan haber cometido errores, argumentando que Maradona era un paciente complicado que se resistía a los tratamientos. Luque defendió su trabajo, afirmando que el deceso ocurrió de manera repentina y sin previo aviso.
A medida que avanza el juicio, se espera que la atención pública se centre no solo en la figura de Maradona, sino también en la responsabilidad ética y profesional de los médicos que lo atendieron.
Este caso no solo es un reflejo de la vida de un ícono del fútbol, sino también de los desafíos que enfrenta el sistema de salud en el tratamiento de pacientes con complejas necesidades médicas.