El argentino Lisandro Martínez anotó un gol crucial que permitió al Manchester United obtener una victoria por 1-0 en un partido marcado por su falta de oportunidades.
En un partido que estuvo marcado por la falta de ocasiones, Lisandro Martínez se erigió como el héroe del Manchester United tras anotar el único gol del encuentro que los enfrentó al Fulham, resultando en un triunfo por 1-0 para los Diablos Rojos.
El equipo, dirigido por Rubén Amorim, mostró una imagen preocupante, ya que a lo largo del primer tiempo no logró registrar ningún tiro a puerta.
El gol de Martínez llegó en el minuto 78, cuando un potente zurdazo del argentino, que se desvió en Sasa Lukic, superó al arquero Bernd Leno. Esta acción no solo le otorgó la victoria al United, sino que también le permitió a Lisandro mantener su racha goleadora, salvando a su equipo de una nueva crítica tras un rendimiento decepcionante en la Premier League.
Con este triunfo, el Manchester United logra un poco de aire en un clima tenso en Old Trafford. A pesar de los tres puntos, las preocupaciones continúan, ya que el equipo ha tenido un desempeño irregular desde la llegada de Amorim. En once partidos, el técnico ha cosechado cuatro victorias, dos empates y seis derrotas, una estadística que deja entrever la crisis que vive el club.
La situación de los Diablos Rojos es algo preocupante, dado que han perdido cuatro de sus últimos seis compromisos, lo que recuerda el turbulento final de la era de Erik Ten Hag.
El impacto de Amorim en el equipo ha sido mínimo y, aunque esta victoria les permita respirar, los problemas estructurales parecen persistir.
Históricamente, el Manchester United ha sido uno de los clubes más exitosos en Inglaterra y Europa. Sin embargo, en los últimos años, han enfrentado dificultades para mantenerse competitivos en la Premier League, pese a la significativa inversión de 245 millones de euros en fichajes durante el último mercado estival.
Entre las adquisiciones se incluyen jugadores como Ugarte (50 millones de euros), Yoro (62 millones), Zirkzee (42,5 millones), De Ligt (45 millones) y Mazraoui (15 millones).
El ejercicio de Amorim al realizar cambios tácticos fue conservador. Sustituyó un central por otro y rotó a los delanteros sin arriesgar en una búsqueda de más goles. El ataque del United fue inofensivo, con escasas oportunidades claras y un juego más fuerte en defensa, lo que se evidenció en la actuación del portero Collyer, que tuvo que despejar un remate en la línea de gol cerca del final del partido.
En suma, aunque la victoria ante Fulham es un paso positivo, las dudas sobre el equipo continúan y es evidente que el Manchester United necesita más que un gol de Lisandro para estabilizarse y volver a ser el club dominante que fue en décadas anteriores.
Con la próxima jornada de la Premier League en el horizonte, los Diablos Rojos tendrán que trabajar duro para mejorar su desempeño y acudir a la primera posición.