El Manchester City no logra salir de su mala racha tras un sorprendente empate a tres goles con el Feyenoord en la Champions League, lo que agrava la situación del equipo de Guardiola.
Pep Guardiola continúa enfrentándose a una difícil situación en el Manchester City, que parece no encontrar el camino de la victoria.
Este martes, el equipo estaba a un paso de poner fin a una racha de cinco derrotas consecutivas en competencias oficiales, con un claro 3-0 a su favor en el Etihad Stadium ante el Feyenoord de los Países Bajos.
Sin embargo, lo que parecía un día de celebración se convirtió en una pesadilla cuando el equipo neerlandés logró igualar el marcador en los últimos 15 minutos del encuentro.
Es sorprendente que un equipo como el City, que dominaba el partido con una ventaja tan cómoda, haya dejado escapar una victoria tan necesaria.
La expresión "ni con un 3-0 podemos estar tranquilos" ha pasado de ser un lema de los rivales tradicionales como el Manchester United para aplicarse al propio City, que ahora lidia con un inexplicable letargo en el campo.
El partido comenzaba bien para los locales, con un doblete de Erling Haaland, quien convirtió un penal y luego anotó un segundo gol tras un centro de Matheus Nunes.
Ilkay Gündogan también contribuyó al marcador, aprovechando un desvío de un defensor rival.
A los 75 minutos, el City parecía en la senda de la victoria con un 3-0 que los acercaba a una recuperación moral vital.
Sin embargo, el defensor Josko Gvardiol, a quien se le ha criticado en varias ocasiones por su falta de concentración, cometió un grave error que abrió la puerta al Feyenoord.
Al realizar un pase defectuoso, permitió que Anis Hadj Moussa lograra el primer gol del equipo visitante, lo que electrificó a la afición y desconcertó a Guardiola.
El City, que debería haberse mantenido firme, sucumbió ante la presión.
Siete minutos más tarde, en el minuto 82, un mal marcado de Gvardiol permitió que Jordan Lotomba centrara de manera precisa, dejando a Santiago Giménez la oportunidad de anotar en su regreso después de una larga lesión.
La tensión creció en el Etihad, donde los hinchas comenzaron a sentir que la victoria se esfumaba.
Aún había más en la historia, ya que en un arriesgado intento por defender su ventaja, el portero Ederson fue sorprendido al salir innecesariamente de su posición.
En un balón largo, Igor Paixao ganó el duelo aéreo y asistió con precisión a David Hancko, quien selló el colapso del City al convertir el 3-3 en el minuto final.
Jack Grealish tuvo la oportunidad de cambiar la historia con un disparo al travesaño en el tiempo de descuento, pero el desenlace ya estaba escrito.
El Manchester City, que es actualmente decimoquinto en la Premier League con solo ocho puntos, está enfrentando una crisis en la que la presión se acumula tanto en la liga local como en la Champions.
Con tres partidos por delante, la tarea se complica cada vez más para un equipo que era considerado uno de los favoritos a pelear por el título, y ahora se enfrenta a la dura realidad de la baja autoestima y la incertidumbre.