El Manchester City obtiene un veredicto favorable en su disputa contra la Premier League por infracciones a las principios de 'fair play' financiero.

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El Manchester City se encuentra en el centro de un proceso legal significativo contra la Premier League, donde se le acusa de 115 infracciones a las normativas de 'fair play' financiero cometidas entre 2009 y 2018. Este lunes, el club logró un triunfo parcial que le ofrece algo de alivio en medio de esta intensa disputa.

A pesar de este avance positivo, la batalla legal está lejos de haber concluido, y el éxito preliminar de los Citizens podría tener implicaciones en el desarrollo de este juicio.

Las acusaciones contra el Manchester City han estado presentes durante varios años y han surgido a raíz de denuncias que sugieren que el club infló los ingresos reportados de convenios comerciales con compañías asociadas a sus propietarios.

Esto, según se argumenta, constituiría una violación de las regulaciones de 'fair play' financiero impuestas tanto por la UEFA como por la Premier League.

Elementos clave en este caso incluyen patrocinadores de renombre como Etihad Airways y First Abu Dhabi Bank, cuyos contratos habrían sido manipulados para cumplir con los requisitos financieros establecidos.

El reciente fallo, a favor del Manchester City, establece que las regulaciones que rigen las Transacciones entre Partes Asociadas (APT) son consideradas ilegales.

Estas normas fueron creadas para prevenir que los clubes exageraran el valor de sus contratos comerciales con empresas vinculadas a sus propietarios, como un método encubierto para inyectar fondos al club y evadir los límites financieros.

La Premier League había bloqueado dos importantes acuerdos de patrocinio del club, sosteniendo que estos contratos no reflejaban el 'valor justo de mercado'. Sin embargo, un tribunal independiente falló que dichas regulaciones violaban la legislación de competencia del Reino Unido, abusaban de la posición dominante de la Premier League y resultaban estructuralmente injustas.


A pesar de esta victoria en un aspecto del juicio, el caso principal por las 115 infracciones sigue su curso.

Este proceso legal será decisivo para establecer si el club realmente ha inflado sus ingresos de manera sistemática.

Las repercusiones podrían ser severas, incluyendo multas económicas de gran magnitud, sanciones drásticas como la resta de puntos en la clasificación, la exclusión de competiciones europeas o incluso la posibilidad de descenso.

El entrenador del equipo, Pep Guardiola, ha defendido repetidamente la posición de su club.

En diferentes ocasiones ha manifestado su fe en la inocencia del Manchester City y ha expresado el deseo de que el proceso se resuelva pronto.

"Todo el mundo es inocente hasta que se demuestra lo contrario.

Un tribunal independiente decidirá y espero que la resolución llegue pronto.

Aceptaremos la decisión final", comentó Guardiola.

Se ha hecho énfasis en que tanto él como el delantero Erling Haaland no son abogados, pero ambos han manifestado su interés por la conclusión de este capítulo legal.

El caso del Manchester City no solo es un reflejo de las tensiones existentes en el fútbol moderno en lo que respecta a la transparencia financiera, sino que también marca un precedente en la forma en que las ligas gestionan y regulan los tratamientos económicos de sus clubes.

La lucha por el 'fair play' financiero continúa, y los ojos del mundo del fútbol están puestos en esta dramática saga judicial.