Lionel Messi abrió una puerta desconocida de París.

Esa que también debió abrir cuando le tocaban el timbre de su casa en la capital francesa a las 21:00 o 22:00 de alguna jornada en la que sus hijos Thiago, Mateo y Ciro hacían travesuras antes de irse a descansar para el otro día.

La inédita anécdota formó parte de una entrevista que el campeón del mundo brindó al canal ESPN, en un alto de la concentración con la Selección Argentina para la Copa América.

Ya había hablado en otras oportunidades de su difícil adaptación, pese a que tenía amigos dentro del plantel del PSG como el argentino Ángel Di María y el brasileño Neymar.

Fueron dos años en la capital francesa, con el plus de haber sufrido en el día a día, pero haberle ganado la final del Mundial 2022 a la Selección de esos hinchas que lo insultaron dentro del campo de juego.

Había dicho en alguna que otra entrevista que A pesar de describir que sus tres hijos habían sido los que “mejor se adaptaron”, pero también había reconocido que tanto él como su esposa Antonela Roccuzzo estaban preocupados por cómo iban a afrontar el proceso.

“Sufríamos mucho por eso.

Me acuerdo de dejarlos en el colegio e irnos llorando, sufriendo por ellos”, había explicado en octubre de 2022, antes del Mundial.

En París les tocaban el timbre para que los chicos no hicieran ruido cuando jugaban al fútbol.

A nivel personal, Messi confesó haberlo pasado mal por el cambio que afectaba su ánimo, algo que se notaba dentro de la cancha.

Reveló que elegir París no fue fácil y que pensó que la adaptación sería más sencilla al contar con amigos en el club.

Sin embargo, el hecho de haberse convertido en campeón del mundo en esta ciudad fue algo hermoso.

En el tramo final de la entrevista, Messi reveló que le encantaría conocer a Michael Jordan y sacarse una foto con él, una experiencia que todavía no ha podido realizar.

A pesar de los obstáculos y dificultades, Lionel Messi sigue brillando en el mundo del fútbol con su talento inigualable.