A pesar de un gran esfuerzo, Lanús no pudo hacerse con el gol necesario para superar a Cruzeiro en la semifinal de la Copa Sudamericana, quedando eliminados del torneo continental.
El desenlace de la semifinal de la Copa Sudamericana no resultó como esperaban los hinchas de Lanús.
Al finalizar el partido, se evidenció la decepción y tristeza en los rostros de los jugadores del "Granate", quienes sufrieron un duro golpe tras haber dominado gran parte del encuentro.
El equipo de Lanús tenía la ilusión de reparar una deuda histórica con la copa que en 1955 se les había escapado, y anhelaban aumentar su palmarés futbolístico con una séptima estrella continental.
Durante el primer tiempo, Lanús mostró un claro dominio sobre el Cruzeiro, que parecía estar acorralado desde el inicio.
Con un juego intenso y directo, lograron llegar al área del arquero Cassio en varias ocasiones, proponiendo un auténtico asedio que hizo vibrar a la afición.
Sin embargo, a pesar de los intentos, se fueron al descanso con las manos vacías, ya que un gol de Marcelino Moreno fue anulado por un fuera de juego incorrectamente señalado, que podría haber sido un homenaje perfecto al legendario Diego Maradona en su 64° aniversario.
La primera mitad culminó con un tanto inesperado cuando el brasileño Kaio Jorge encontró el camino a la red, aprovechando un error defensivo que dejó a los locales en un estado de desánimo.
La fortaleza de Lanús, que había sido una muralla en otros partidos, parecía haberse desmoronado momentáneamente.
A pesar de contar con varias oportunidades claras, incluida una acrobacia impresionante de Juan José Cáceres, la fortuna no estaba de su lado.
El segundo tiempo comenzó con un cambio de estrategia por parte del técnico de Lanús, Ricardo Zielinski, quien optó por aumentar la agresividad en el ataque al introducir a Dylan Aquino, pero así y todo, el equipo no logró concretar sus intentos.
Por su parte, el Cruzeiro se mostró más organizado e inteligente, controlando el juego con su estilo de posesión, lo que les permitió cimentar su ventaja.
Los intentos por parte de Lanús de igualar la contienda se encontraron con un sólido sistema defensivo del Cruzeiro, y a pesar de que hubo intentos de larga distancia, el resultado nunca llegó. El partido se tornó más equilibrado a medida que avanzaba, con ambos equipos luchando por una oportunidad, pero la falta de puntería de los granates se hizo evidente.
El árbitro, Juan Benítez, marcó el final del encuentro, dejando al equipo de Lanús afuera de una copa que ansiaban con todas sus fuerzas.
La pasión y la entrega de los jugadores fueron notorias, pero la suerte y la oportunidad de brillar se escaparon en el último suspiro.
Ahora, los hinchas deberán esperar un nuevo año para soñar con nuevas conquistas, mientras que Cruzeiro avanza a la final, donde se enfrentarán a Racing o Corinthians el próximo 23 de noviembre en Asunción.