Las malas condiciones del río Sena han llevado a la suspensión de varias pruebas del triatlón en los Juegos Olímpicos de París 2024, generando preocupación entre los organizadores y atletas.

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Los Juegos Olímpicos 2024 están tomando forma en París, en donde 206 países compiten por alcanzar el máximo honor del deporte y, en muchos casos, tener la oportunidad de obtener su primera medalla olímpica.

Sin embargo, el evento se ha visto afectado por un problema significativo que compromete la realización de ciertas disciplinas, específicamente el triatlón, que involucra actividades acuáticas.

Uno de los elementos más relevantes en esta edición es el río Sena, que se extiende a lo largo de 776 kilómetros hasta desembocar en el Canal de la Mancha.

Durante más de un siglo, este río estuvo prohibido para actividades de natación debido a sus altos niveles de contaminación.

Aun así, como parte de los preparativos para los Juegos Olímpicos, Francia ha invertido 1.500 millones de euros en su limpieza y saneamiento, buscando que sea un escenario digno para las competiciones.

Sin embargo, la reputación del Sena sigue generando inquietudes entre deportistas y organizadores.

A pesar de los esfuerzos, la calidad del agua del Sena ha puesto en jaque las pruebas de triatlón.

Este domingo y lunes, las prácticas de nado tuvieron que ser canceladas y, para el martes, se decidió suspender la competencia masculina programada para la mañana.

Las pruebas realizadas el fin de semana indicaron que los niveles de contaminación eran tan altos que no garantizaban la seguridad para los atletas.

Esta grave situación está comenzando a generar serias dudas sobre la viabilidad de incorporar la parte acuática en esta disciplina.


La World Triathlon, organización encargada del triatlón, se reunió para evaluar la situación y determinó cancelar la prueba masculina tras una serie de inclemencias climáticas, incluyendo lluvias que también afectaron otros eventos deportivos como partidos de tenis y competiciones de skateboarding.

Con la llegada de una ola de calor, se confía en que las altas temperaturas ayuden a reducir los niveles de bacterias en el agua, permitiendo que finalmente se realicen las pruebas.

Amélie Oudéa-Castéra, ministra de deportes de Francia, fue abordada sobre la situación, donde aseguró que los planes implementados para controlar los niveles de bacterias en el Sena han sido efectivos, aunque los patrones climáticos son impredecibles y están fuera de su control.

A pesar de que se tenía la esperanza de que el martes las condiciones mejorarían para la realización del triatlón masculino, la competencia tuvo que ser pospuesta nuevamente, generando frustración entre el público y los atletas.

Ante esta problemática, los organizadores ya han desarrollado un Plan B que involucra la posibilidad de aplazar las competiciones hasta que la calidad del agua mejore.

De no ser así, se activaría un Plan C, que consistiría en modificar la prueba de triatlón a un duatlón, suprimiendo de esta forma las actividades acuáticas.

Esto refleja la complejidad y los desafíos que enfrentan los organizadores en su objetivo de ofrecer unos Juegos Olímpicos que sean memorables y, sobre todo, seguros para todos los participantes.