El equipo de Independiente logró una victoria clave ante Banfield al ganar por penales en la Liga Profesional.

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Por decisión de penales, Independiente regresó finalmente a la victoria y pudo celebrar por primera vez en la Liga Profesional.

Aunque no se trató de un enfrentamiento de eliminación directa, la definición desde los doce pasos fue determinante en el 2-1 logrado en Avellaneda para cerrar el interinato de Hugo Tocalli.

Rodrigo Rey detuvo un penal a Milton Giménez antes del descanso y Gabriel Ávalos convirtió el suyo en el complemento para conmemorar el partido número 300 del Libertadores de América, Ricardo Enrique Bochini.

Desde su hogar, Julio Vaccari observaba detenidamente.

Es consciente de que tendrá un desafiante trabajo por delante para cambiar el rumbo de este Independiente carente de una idea futbolística clara desde hace tiempo.

Ni Leandro Stillitano, ni Ricardo Zielinski, ni Carlos Tevez, ni mucho menos Tocalli en sus escasos tres partidos como interino lograron inculcarle a este plantel una identidad futbolística.

Es momento de que el joven López tome la batuta, con apenas 18 años y recién debutando en Primera.

Esa parece ser hoy la premisa de un Rojo que necesita ser liderado por alguien que marque un rumbo.

El excepcional gol de la promesa de la cantera, Santi López, a los 2 minutos, generó una gran ilusión entre los seguidores.

Sin embargo, incluso cuando el equipo comienza bien, Independiente no puede permitirse relajarse.

Siempre parece costarle demasiado trabajo.

El joven nacido en Nono, provincia de Córdoba, deslumbró al dejar atrás a dos rivales y definir con precisión de derecha al primer palo.

El debut goleador de Santi López provocó aplausos y esperanzas de finalizar la temporada con al menos una alegría para el lado rojo de Avellaneda.

No obstante, a esta prometedora joya de la cantera que poco a poco se consolida le faltó colaboración.

Cada vez que tomaba el balón, las gradas quedaban vacías mientras los espectadores se levantaban para ver qué sería capaz de hacer.


Sin embargo, no pudo lidiar solo con la situación.

Un tiro libre de Federico Mancuello detenido por Facundo Sanguinetti y un cabezazo de Joaquín Laso que dio en el travesaño (también a balón parado) fueron las otras aproximaciones de Independiente en un primer tiempo en el que sufrió cada vez que Banfield intentaba desbordar para enviar centros al área.

La audacia del joven López no bastaba.

Incluso desperdició otro mano a mano, bien contenido por Sanguinetti.

El equipo de Banfield apostó por los extremos y generó peligro por ambas bandas.

Primero por la derecha y luego por la izquierda, por donde llegó el empate luego de un rebote corto de Rodrigo Rey y un cabezazo de Milton Giménez en el área chica.

Conmocionado, Independiente se vio superado y perdió en cada disputa aérea en su área.

Para empeorar las cosas, Laso extendió el brazo provocando el penal que el árbitro Nicolás Ramírez concedió tras revisar la jugada en el VAR. Giménez buscaba el doblete, pero Rey se lució y le detuvo el disparo al borde del descanso.

Los hinchas celebraron esa atajada como si fuera un gol.

Fue un impulso de energía para el equipo local.

Revivió en el segundo tiempo Independiente.

Tocalli reorganizó a su equipo con los ingresos de Felipe Aguilar y Alex Luna en lugar de Federico Mancuello y Lautaro Millán.

Reforzó la defensa con cinco hombres y aportó velocidad en ataque.

La apuesta no le salió mal, ya que un desborde de Luna desequilibró a Cristian Núñez, quien derribó al jugador en el área.

Penal y gol de Gabriel Avalos para poner nuevamente arriba al equipo.

Luna mostró su talento desde su ingreso.

Amenazó un par de veces desde afuera del área, tanto en jugadas como en tiros libres.

Aunque no logró anotar, fue fundamental para asegurar un triunfo reconfortante para el Rojo, que se despide por un tiempo con una sonrisa en el rostro.