El club Independiente atraviesa un momento de incertidumbre tras un comienzo de año con altibajos, mostrando diferencias internas y problemas económicos relacionados con transferencias y pagos pendientes. La situación genera preocupación en la directiva y en la hinchada, mientras se busca mantener la estabilidad del equipo.

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El ambiente en el Club Atlético #Independiente se ha tornado algo tenso en las últimas semanas. La alegría por un primer semestre positivo, que incluyó avanzar hasta la semifinal del Torneo Apertura y conseguir la clasificación a los octavos de final de la Copa Sudamericana, se ha visto opacada por problemas en la segunda mitad del año.

Los resultados del Clausura muestran un arranque bastante irregular, con un empate y dos derrotas, además de una derrota temprana en los octavos de final de la Copa Argentina ante Belgrano de Córdoba, lo que ha generado preocupación entre directivos, jugadores y seguidores.

Uno de los temas que ha puesto en jaque la armonía del club fue la controvertida partida del defensor Álvaro Angulo, quien decidió abandonar el equipo para unirse a Pumas de México.

El futbolista colombiano afirmó que su decisión se basaba en que el club no le había cumplido con la totalidad de los pagos de su pase, alegando que tenía pendiente una parte del mismo que no le fue abonada.

Sin embargo, desde la dirigencia, encabezada por el presidente Néstor Grindetti, aclararon que la deuda del club con Angulo era menor a la que el jugador aseguraba, y que en realidad el porcentaje que el club poseía del pase era del 70%, en lugar del 85% que Angulo mencionaba.

El dirigente también explicó que, en un intento de retener a Angulo, se le había ofrecido mantenerlo en el club, incluyendo la mejora en su salario y un pago adelantado, pero que el futbolista optó por irse.