Con un triunfo agónico, Independiente se clasifica para la Sudamericana y mantiene vivas sus esperanzas en la Libertadores.

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Los tiempos dorados de Independiente parecen haber quedado atrás, mientras el club celebra el aniversario de su segunda Copa Intercontinental, conquistada hace 40 años con el icónico gol de Mandinga Percudani a Liverpool en Tokio.

Hoy, el equipo conocido como el Rey de Copas se aferra a las esperanzas para conseguir un lugar en la Copa Libertadores, aunque la realidad actual es distante de aquellas épocas de gloria.

En este contexto, el Rojo respiró aliviado tras un valioso triunfo por 2-1 contra Atlético Tucumán en Avellaneda. Este resultado asegura su acceso a la Copa Sudamericana en 2025, pero el próximo desafío en la Bombonera se presenta como un reto complejo: deben ganar y esperar que se liberen dos cupos más en la tabla general.

Los escenarios que deben darse incluyen que Talleres se consagre campeón del torneo y que Vélez gane la Copa Argentina, además de que Huracán no lo desplace en la diferencia de goles.

El encuentro contra Atlético Tucumán tuvo un giro inesperado en tan solo un par de minutos. El árbitro Fernando Espinoza no cobró una falta en el área sobre Tomás Castro Ponce, pero tras la revisión del VAR, se decidió penal a favor de Independiente.

Gabriel Ávalos, quien había fallado un penal anterior, se encargó de ejecutar la pena y abrió el marcador a los 14 minutos.

A pesar de la ventaja tempranera, Independiente sufrió momentos de incertidumbre en su defensa. Rodrigo Rey, el arquero de Tucumán, tuvo intervenciones claves que mantuvieron al equipo rival en el partido. Al minuto 16, el paraguayo Marcelo Estigarribia fue expulsado por una falta violenta sobre Kevin Lomónaco, lo que dejó a los visitantes con un jugador menos.


En un papel clave, Lomónaco se destacó no solo como defensor, sino también como un mediocampista que facilitaba la distribución del juego. A medida que avanzaba el primer tiempo, el Rojo parecía tomar el control del partido, pero sin poder concretar las oportunidades que se les presentaron.

En la segunda mitad, Atlético Tucumán logró empatar el encuentro tras un córner que culminó en un gol de Mateo Coronel y, aunque el VAR había anulado inicialmente la jugada, finalmente se validó el gol.

Con el estadio en un clima de nerviosismo, la afición local temía que su equipo sucumbiera ante el empuje del rival.

Sin embargo, un tiro libre ejecutado por Federico Mancuello permitió que Santiago Hidalgo asistiera a Pipe Loyola, quien marcó el gol de la victoria que desató la alegría en Avellaneda.

Con este resultado, Independiente sigue en la lucha por un lugar en la Copa Libertadores, aunque su camino aún dependerá de resultados de otros equipos.

La historia del club está llena de logros, pero ahora se enfrenta a desafíos que requieren no solo esfuerzo en el campo, sino también un poco de suerte en los resultados de otros partidos.

El próximo encuentro contra Boca Juniors será decisivo, y los seguidores esperan que su equipo pueda recuperar la grandeza que una vez caracterizó a este emblemático club argentino.