Una empleada del fútbol femenino denuncia a un utilero del plantel profesional por abuso sexual. El club ha activado protocolos internos y la justicia investiga el caso.

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El Club Atlético Independiente, uno de los equipos más históricos del fútbol argentino, enfrenta una situación alarmante que trasciende el ámbito deportivo.

El equipo dirigido por Julio Vaccari ha acumulado varias jornadas sin poder convertir en victorias las oportunidades en el campo, pero el verdadero motivo de preocupación ha surgido con una denuncia de abuso sexual presentada por una trabajadora administrativa del fútbol femenino del club contra un miembro del personal vinculado al plantel profesional masculino.

Este hecho, que ha conmocionado a la institución y a la familia del fútbol argentino, se hizo público en las últimas horas y ya se encuentra bajo investigación judicial.

La denuncia detalla que el incidente ocurrió hace aproximadamente dos semanas en el predio Santo Domingo, que el club posee en Villa Domínico, un sitio que ha sido durante años el hogar de muchas actividades del club, desde la formación de jóvenes talentos hasta los entrenamientos de los equipos profesionales.

La víctima, una mujer que ha trabajado durante varios años en el club y que se dedica a tareas administrativas en la rama femenina, informó que fue llamada por el utilero Daniel Sotelo con el pretexto de proporcionarle materiales necesarios para el fútbol femenino.

Sin embargo, al llegar al lugar, la mujer se encontró en una situación comprometida.

Según la denuncia, Sotelo intentó besarla y, tras su rechazo, prosiguió con insistencia.

En un acto de valentía, la mujer intentó escapar, pero fue perseguida y abordada de manera inapropiada por el presunto agresor.

La reacción inmediata de la víctima fue comunicar el asunto al Departamento de Género de Independiente, lo que llevó al club a activar su protocolo interno para manejar situaciones de este tipo.


De acuerdo con la ley laboral argentina, el utilero fue suspendido de manera provisional durante una semana sin goce de sueldo, pero esta suspensión se extendió con sueldo tras la revisión del caso por parte de las autoridades del club.

Independiente, actuando con responsabilidad, sugirió a la víctima que denuncie el hecho ante la justicia, dado que la denuncia de abuso sexual es un delito de acción privada y, sin ella, no se podría avanzar en los trámites de despido con causa.

Aunque enfrentó un momento de duda, por el miedo y la presión que experimentó, la trabajadora llegó a recibir el apoyo necesario, tanto psicológico como familiar, y decidió formalizar la denuncia en una fiscalía local el pasado viernes.

A partir de ahora, la dirigencia del club procederá con el despido del acusado oficialmente, y el utilero tendrá un plazo de 72 horas para presentar su defensa ante el Ministerio Público.

Este caso pone de relieve la importancia de la protección de las víctimas de abuso y el compromiso de las instituciones deportivas en la lucha contra este tipo de conductas inaceptables.

Independiente ha emitido un comunicado oficial en el que condena cualquier forma de abuso y reafirma su compromiso con la seguridad y el bienestar de todos sus empleados.

La situación servirá como un recordatorio de que la lucha contra el abuso, tanto en el deporte como en la sociedad, debe ser una prioridad colectiva.