La reciente velada de "Párense de Manos 2", llevada a cabo en el Estadio José Amalfitani, conocido popularmente como Vélez Sarsfield, se tornó un escenario de caos cuando el rapero Homer el Mero Mero subió al ring.

En medio de la euforia, el artista, cuyo verdadero nombre es Lucas Darío Giménez y que cuenta con 34 años de edad, encontró dificultades para continuar con su presentación, limitándose a formular algunas líneas antes de quedar paralizado y confuso ante la multitud de espectadores que llenaban el lugar.

Lo que comenzó como una promesa de entretenimiento se transformó rápidamente en una situación preocupante. A medida que la música continuaba, un individuo subió al ring y, ante los ojos desconcertados de las miles de personas que asistían al evento, retiró al rapero.

Este momento fue transmitido y presenciado en vivo por más de 400.000 usuarios en la plataforma Kick, bajo la organización del popular streamer Luquitas Rodríguez.

A medida que fue bajando del escenario, Homer comenzó a mostrar signos de malestar. Varios asistentes lograron captar el instante en que el artista, con la mirada desorbitada y la lengua visiblemente tensa, enfrentaba lo que parecía ser un ataque de pánico.

Las imágenes reflejaban una situación que dejaba sin aliento no solo a los fans presentes, sino también a quienes siguieron el espectáculo en línea.

Tras unos momentos de confusión, Homer pareció recobrar el sentido y entabló un acalorado intercambio con un miembro del personal de seguridad, situación que rápidamente escaló de nuevo al desvanecimiento del rapero, cayendo en los brazos de quienes intentaban asistirlo.

Las redes sociales no tardaron en reaccionar, generando un aluvión de especulaciones y preocupaciones por el estado de salud del artista.

Homer el Mero Mero, originario de Cutral-Co, en la provincia de Neuquén, es un reconocido rapero que ha forjado su carrera a partir de las batallas de freestyle y su participación en eventos como "A cara de perro".

Su trayectoria incluye colaboraciones con figuras prominentes del género como YSY A, Duki y Cazzu. Además, ha sido parte de una sesión con el célebre productor musical Bizarrap, consolidando su posición en el mundo del hip-hop argentino.

Este incidente no solo ha puesto en tela de juicio la seguridad de los eventos en vivo, sino también la salud mental y el bienestar de los artistas.

A medida que la cultura de la música en vivo crece, también lo hace la presión sobre los intérpretes, quienes enfrentan tanto el escrutinio del público como la expectativa de ofrecer actuaciones memorables.

Es fundamental que la comunidad y los organizadores de eventos reflexionen sobre cómo pueden garantizar un ambiente seguro y saludable para todos los involucrados en estas experiencias.