Cinco aficionados del equipo argentino All Boys han sido castigados por actos antisemitas durante un partido
En el barrio le llaman Aspirina. No forma parte del grupo más pesado de la barra de La Peste Blanca, que es como se conoce a los aficionados de All Boys. Sin embargo, el sábado se vio envuelto en una controvertida situación. Marcelo Ojeda (49 años) llevaba un ataúd con los colores de Atlanta. Se dice que su madre presentó un certificado de discapacidad cuando la Policía lo detuvo. Una situación similar vivió Gastón Ezequiel Panzini (45 años, remisero), quien transportaba otro féretro con la bandera de Israel. Aunque Panzini fue el que recibió la sanción más severa por parte del Comité de Seguridad en el Fútbol: tendrá prohibida la entrada a los estadios porteños durante los próximos 48 meses.
Los otros tres involucrados tampoco son miembros destacados de la barra. De hecho, solo Luca Leonel Calbanese (gastronómico de 22 años) y Gustavo Omar del Canto (26 años, vinculado a empresas de logística), portadores de una bandera y una remera de Palestina, son socios del club.
Leonardo Ulises Di Lorenzo (heladero de 47 años) exhibía una insignia de Irán. Según fuentes consultadas por Clarín, "son cinco peones" que probablemente no vuelvan a pisar un estadio en su vida; además, su situación legal podría agravarse.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, firmará una resolución para que los cinco hinchas antisemitas no puedan volver a ingresar a un estadio de por vida.
Todos están bajo prohibición de ingreso y el sistema de Tribuna Segura. Panzari tiene la máxima sanción: 4 años. El resto recibió una pena de 12 meses. Los altos mandos gubernamentales han sido claros: no desean verlos nunca más en las tribunas. El fiscal de Eventos Masivos, Maximiliano Vence, está considerando cambiar la acusación, por lo que Ojeda, Panzini, Calbanese, Del Canto y Di Lorenzo serían enjuiciados por el delito de odio.
El caso ya está en manos del Tribunal de Conducta de la institución de Floresta. El barrio de Floresta se vio conmocionado por la situación. El propio Waldo Wolff, al frente de la cartera de seguridad porteña, tomó cartas en el asunto ese día. Todo parece indicar que se trató de un episodio de folclore perimido, según lo manifestado por el club y el gobierno de Seguridad. No obstante, existen precedentes. En 2013, Luis D'Elía colaboró en la organización de un evento de Nicolás Maduro en el estadio de All Boys. Dos años después, se filtraron escuchas entre D'Elía y Jorge Alejandro Khalil, a quien el fiscal Alberto Nisman describió como un "agente iraní y un negociador secreto entre el gobierno de Argentina y el de Irán".
La pesquisa determinará si los hinchas antisemitas tienen vínculos islámicos o si simplemente son parte de la decadencia social presente en las gradas.