Gimnasia consiguió una importante victoria en un partido marcado por el intenso calor, lo que le permite mantenerse en puestos de clasificación del Torneo Apertura 2025.

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Bajo un sofocante calor que alcanzó los 38 grados de sensación térmica en el Estadio José Fierro, el equipo de Gimnasia se enfrentó no solo a la dura contienda contra Atlético Tucumán, sino también a un ambiente que exigió al máximo su resistencia física y mental.

A pesar de las adversidades, incluido el sufrimiento ante calambres que afectaron a varios de sus jugadores, el equipo dirigido por Diego Flores salió victorioso, lo que le garantiza una vital posición en los puestos de clasificación de la Zona B del Torneo Apertura 2025.

El Lobo, cuyo elenco es predominantemente joven y dinámico, se encontró con un Atlético que mostró un rendimiento por debajo de lo esperado, lo que permitió a Gimnasia capitalizar cada error del rival.

Desde el primer minuto, se pudo observar la diferencia en la intensidad del juego. Fue a los pocos minutos de comenzado el encuentro cuando, tras un descuido defensivo del equipo local, el delantero Rodrigo Castillo se encontró en una situación clara frente al arquero Durso.

Matías de los Santos no logró alcanzarlo y Castillo, con una definición precisa, colocó la pelota en el fondo de la red, estableciendo el 1-0 que brindó tranquilidad a los visitantes.

A partir de ese momento, Gimnasia se sintió más seguro en el campo y comenzó a manejar el juego con autoridad, controlando la posesión de la pelota de manera efectiva.

Los jugadores jóvenes del Lobo, con su frescura y movilidad, fueron los protagonistas indiscutidos de un primer tiempo donde el equipo de Tucumán quedó completamente desdibujado.

Aunque Gimnasia pudo ampliar su ventaja en varias ocasiones, las intervenciones del arquero Durso evitaron que el marcador se moviera, manteniendo a su equipo en el juego.

En el segundo tiempo, Lucas Pusineri, el técnico del Decano, decidió hacer ajustes para retomar el control del partido. Cambió el patrón de juego y buscó ser más ofensivo, lo que permitió a Atlético Tucumán adueñarse de las acciones. Sin embargo, a pesar de los intentos de encontrar el empate, carecieron de la profundidad y la capacidad para concretar sus oportunidades. Mientras tanto, Gimnasia, consciente de su ventaja, continuó aprovechando los errores del rival, lo que no solo les costó el partido a los tucumanos, sino que también significó el fin de su invicto bajo el mando de su nuevo entrenador.

La victoria no solo es un alivio para Gimnasia en cuanto a puntos, sino que también refuerza la moral del equipo, que sigue adelante en su búsqueda de éxito en este torneo.

El esfuerzo físico en un clima tan extremo es digno de destacar, y el Lobo ha demostrado que, a pesar de los desafíos, puede salir adelante con determinación y buen juego.