Vélez cayó 1-0 frente a Platense, en un partido marcado por la polémica y la tensión entre los entrenadores. Sebastián Domínguez manifestó su descontento sobre decisiones arbitrales que marcaron el desarrollo del juego.

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En un tenso partido disputado en el Estadio José Amalfitani, Vélez Sarsfield sufrió una dolorosa derrota por 1-0 ante Platense. Las condiciones del campo de juego no fueron las mejores, lo que generó complicaciones y quejas por parte de ambos equipos. La frustración fue palpable en el conjunto del Fortín, especialmente en su nuevo entrenador, Sebastián Domínguez, quien aún se encuentra en la búsqueda de su primera victoria desde su llegada al club.

La polémica se desató tras una jugada en el primer tiempo que involucró al jugador de Platense, Juan Saborido. Domínguez se acercó al árbitro Andrés Merlos para expresar su desacuerdo sobre la ausencia de una tarjeta amarilla para Saborido, quien, según el entrenador, debería haber sido expulsado a los 30 minutos por una falta.

El diálogo entre ambos se volvió más intenso, con Domínguez señalando: "No me podés muñequear el partido". La conversación escaló rápidamente, con Merlos tratando de explicarle las decisiones arbitrales, pero el técnico no cedía ante la frustración.

"Te explico cuándo es amarilla y cuándo no", sostenía el árbitro, mientras Domínguez continuaba argumentando con vehemencia. La tensión fue más allá de una simple conversación, culminando en un intercambio de palabras que habría dejado huella en ambos lados. Durante el transcurso del partido, el nuevo director técnico también tuvo varios roces con el cuerpo técnico de Platense, encabezado por Sergio Gómez y Favio Orsi.

Gómez, tras el partido, hizo referencia a la actitud de su colega, indicando que el fútbol es un juego en el que cada uno debe respetar la trayectoria del otro.

Se mostró firme al expresar que su equipo trabaja arduamente y que la victoria había sido merecida. "Cada uno tiene su opinión del juego y no respondo a que no jugamos a nada", añadió el director técnico, señalando que en el encuentro se erró un penal.

La frase ganadora de Gómez fue: "Soy el mismo de siempre, y dentro de la cancha no me peleo". El exjugador quedó satisfecho con el resultado a pesar de la tempestad generada entre entrenadores. El partido, que dejó a Vélez en una mala posición en la tabla, recuerda momentos históricos difíciles en el club. Vélez, que ha tenido épocas doradas, como su título de la Copa Libertadores en 1994, ahora enfrenta un reto en la búsqueda de su identidad y rendimiento.

En palabras de Domínguez, quien llegó a Vélez con grandes expectativas, la situación podría ser un parteaguas para re evaluar tácticas y estrategias.

Este enfrentamiento, más allá de ser una simple derrota, también representará un aprendizaje para un equipo que busca recomponerse con un nuevo liderazgo.

Las tensiones que surgieron en este partido quizás sean el preámbulo de una rivalidad que se intensificará en el futuro cercano.