El enfrentamiento entre Vélez y Estudiantes por el Trofeo de Campeones se da en un contexto particular, ya que Vélez competirá sin su entrenador, Gustavo Quinteros, quien se encuentra en el casamiento de su hija.

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La edición del Trofeo de Campeones tiene a Vélez Sarsfield y Estudiantes de La Plata como protagonistas, pero la gran novedad es la ausencia de Gustavo Quinteros.

El entrenador de Vélez no viajará con su equipo a Santiago del Estero debido al casamiento de su única hija, lo que genera un dilema en la preparación del encuentro.

Leandro Desábato, quien ha tenido una historia compleja con Estudiantes como jugador y entrenador, tomará las riendas del equipo en esta importante final.

Quinteros, en un comunicado, explicó su decisión: "A lo largo de mi carrera, he tenido que hacer sacrificios, pero este día es fundamental para mí y mi familia.

No puedo perderme el momento en que mi hija se casa". Esta declaración refleja la difícil decisión que muchos en el deporte enfrentan: equilibrar la vida personal con las exigencias de la profesión.

La última vez que Vélez y Estudiantes se encontraron fue en una final, donde Estudiantes se llevó el título en una dramática tanda de penales.

Este contexto añade una carga emocional al partido del sábado, ya que Vélez busca venganza no solo por el título perdido, sino también por la reciente victoria en la Copa de la Liga Profesional, donde se consagraron campeones.

La importancia de este encuentro se siente en el ambiente, donde los aficionados han viajado en caravanas desde La Plata y Buenos Aires, asegurando un lleno total en las tribunas del estadio.

El encuentro está programado para comenzar a las 21:00 horas y será transmitido por TNT Sports y ESPN. La presión recae sobre ambos equipos, pero particularmente sobre Vélez, que en este caso juega como local al tener una mejor posición en la tabla general.


Con 76 puntos, el Fortín ha demostrado un rendimiento sólido, mientras que Estudiantes finalizó séptimo con 63 puntos.

El ambiente es de total expectativa, ya que el partido se disputará en un estadio que, aunque neutral, tiene la particularidad de contar con una amplia afición de Vélez entre las gradas.

La ausencia de Gustavo Quinteros podría influir en el desarrollo del juego, pero Desábato aprovechará la oportunidad para demostrar su capacidad como entrenador.

La emoción se intensifica con el formato del partido: en caso de empate, se disputarán 30 minutos de tiempo extra y, de ser necesario, una tanda de penales, similar a la Copa de la Liga Profesional reciente.

Esta posibilidad de una resolución emotiva genera más expectativa para los hinchas y el equipo técnico.

Hacia el futuro, Estudiantes llega a este choque con una estabilidad en su dirección técnica, ya que Eduardo Domínguez ha comenzado a planificar la próxima temporada, incluido el refuerzo del plantel para la Copa Libertadores.

Por otro lado, el futuro de Quinteros en Vélez aún es incierto, ya que los rumores sobre su posible salida han comenzado a circular en los medios deportivos.

Esta final no solo es importante por el trofeo en juego, sino también por las posibles despedidas y el futuro de figuras clave.

Sin duda, el Trofeo de Campeones ofrecerá un espectáculo que unirá historias personales, rivalidades y la búsqueda de la gloria, creando un ambiente electrizante de fútbol en Santiago del Estero.