El atacante argentino Thiago Almada marcó el gol 2.000 de la selección argentina en el Estadio Centenario de Montevideo, consolidando su lugar en la historia del fútbol nacional.

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La Selección Argentina ha dejado una huella imborrable en el ámbito del fútbol mundial.

Desde sus primeros pasos, el equipo ha cosechado numerosos logros entre los que destacan ser los campeones del mundo en tres ocasiones y varios títulos de la Copa América.

A lo largo de su historia, han brillado varios goleadores legendarios como Francisco Varallo, Guillermo Stábile, Mario Kempes, Gabriel Batistuta, Diego Maradona y Lionel Messi, quienes han dejado su marca en el deporte.

Sin embargo, en un reciente encuentro que tuvo lugar en el Estadio Centenario de Montevideo, un nuevo nombre se ha agregado a esta ilustre lista: Thiago Almada.

El joven atacante se convirtió en el autor del gol número 2.000 en la historia de la Selección Argentina, un momento que quedó grabado en la memoria colectiva del fútbol nacional. En el segundo tiempo del partido, en el minuto 67, Almada recibió el balón en el flanco izquierdo, hizo un elegante movimiento hacia el centro y, con un potente disparo de derecha, mandó el balón al ángulo superior izquierdo del arco defendido por el uruguayo Sergio Rochet, dejando a todos asombrados.

Esta anotación no solo le dio a Argentina un marcador de 1-0 ante Uruguay, sino que también fue crucial en el contexto de las Eliminatorias Sudamericanas de cara a la Copa Mundial 2026, que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá.

La victoria ante Uruguay acerca a la selección de Lionel Scaloni a la clasificación para el torneo más importante del fútbol.

El gol 2.000 de Argentina fue un homenaje a la rica tradición goleadora del equipo. Para recordar la historia, el primer gol de la selección tuvo lugar el 19 de julio de 1902, cuando Carlos Dickinson anotó en un amistoso contra Uruguay, que terminó 6-0.

A partir de ahí, los hitos de goles no han dejado de acumularse: el gol 500 fue marcado por René Pontoni en 1945, el milésimo por René Houseman en 1976, y el 1.500 fue conseguido por el gran Juan Román Riquelme durante la Copa Confederaciones en 2005.

Con este nuevo logro, Almada, parte del grupo de campeones del mundo en Qatar 2022, consolida su lugar en la historia del fútbol argentino, y su nombre se suma a la lista de aquellos que han dejado una huella imborrable en el deporte.

El número 2.000, ahora tatuado en la memoria del fútbol argentino, es un testimonio del talento y el futuro prometedor que Almada representa para la selección.

Este hito no solo es un motivo de celebración para el jugador, sino también un récord que reverbera en la pasión que los argentinos sienten por su selección, en un viaje que continúa hacia nuevos sueños y conquistas.