A pesar de los esfuerzos y rumores, Cristiano Ronaldo no jugará en el Mundial de Clubes 2025, en un escenario que refleja la ambición deportiva de Arabia Saudita y su influencia en el fútbol global.

Arabia Saudita, con una inversión millonaria en diferentes disciplinas deportivas, intentó sin éxito incorporar a #Cristiano Ronaldo en la lista de jugadores para participar en el #Mundial de Clubes 2025.
Aunque la propia #FIFA creó una ventana de transferencia especial para facilitar la llegada de estrellas a esta competición, el astro portugués no pudo ser incorporado a tiempo, dejando abierta la especulación y los rumores.
Cristiano Ronaldo, cuya relación contractual con el club saudí Al-Nassr expiraba en ese mismo período, fue objetivo de múltiples rumores que apuntaban a un posible traspaso a Al Hilal, uno de los clubes más exitosos de #Arabia Saudita y representante del país en el torneo mundial.
La idea de que Ronaldo jugara en el Mundial con un equipo saudí generó gran expectativa, especialmente considerando que el propio jugador había insinuado públicamente la posibilidad de un movimiento de corta duración para participar en la competición.
No obstante, las rivalidades internas en Riad jugaron en contra. Al Hilal y Al-Nassr son rivales tradicionales en la capital saudí, y aunque ambos equipos están en manos del fondo soberano de riqueza del país, la idea de que Ronaldo jugara en el equipo rival fue vista como una jugada demasiado audaz.
El CEO de Al Hilal, Esteve Calzada, declaró a la BBC que traer al portugués para un período tan breve sería una decisión contraria a la lógica interna del club y del #fútbol profesional.
El esfuerzo de Arabia Saudita por posicionarse como un gigante del deporte no es nuevo. Desde hace años, el país ha invertido en golf, boxeo, Fórmula 1 y tenis, logrando influir en el panorama global y atraer a grandes estrellas internacionales mediante contratos millonarios.
En fútbol
En fútbol, la apuesta ha sido aún más ambiciosa: en 2022, Arabia Saudita fue elegida para ser la sede del Mundial de 2034, y en 2023 adquirió el histórico Newcastle United en la Premier League, marcando un antes y un después en su incursión en el fútbol europeo.
Además, el país ha invertido alrededor de 900 millones de euros en la plataforma de transmisión DAZN y ha establecido alianzas comerciales con FIFA, que ha destinado un premio de aproximadamente 900 millones de euros para los equipos participantes en el Mundial de Clubes.
Estas acciones reflejan la estrategia de Arabia Saudita de transformar su imagen y convertirse en una potencia deportiva global.
El Mundial de Clubes 2025 será la plataforma perfecta para que Arabia Saudita muestre su crecimiento y ambición. La participación de equipos como Real Madrid, que jugará en Miami contra Al Hilal, representa un escenario de contraste entre la tradición y la innovación deportiva.
La presencia de estrellas internacionales, además de la expectativa por la posible participación de Ronaldo, refleja la intención del país de desafiar las estructuras tradicionales del fútbol mundial.
A pesar de los obstáculos y de que Ronaldo no formará parte del torneo, los esfuerzos saudíes continúan. La contratación de entrenadores de alto perfil, como Simone Inzaghi, que dejó Inter de Milán para unirse a Al Hilal, demuestra que la estrategia es seguir invirtiendo en talento para elevar el nivel de sus clubes.
En conclusión, Arabia Saudita está demostrando que no solo quiere jugar en la cancha, sino que aspira a cambiar las reglas del juego. La lucha por atraer a las estrellas más importantes del deporte mundial continúa, y aunque en esta ocasión no logró fichar a Ronaldo, su influencia en el #fútbol internacional ya es innegable.
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