El encuentro entre San Marino y Rumania en las Eliminatorias del Mundial 2026 ha generado expectativas por sus escenarios inusitados, especialmente por las improbables posibilidades que se abrirían para el pequeño país europeo si lograba una victoria histórica.

Imagen relacionada de san marino y rumania partido improbable eliminatorias mundial 2026

La peculiaridad del enfrentamiento no solo radicaba en la diferencia de nivel entre ambos equipos, sino también en una particular circunstancia reglamentaria que establecía un escenario casi inverosímil: para que #San Marino tuviera alguna opción de clasificarse directamente o acceder a la repesca, debía sufrir una derrota por goleada ante Rumania.

Este escenario, que parecía sacado de una película, fue posible gracias a las reglas particulares que rigen la fase final de clasificación. La normativa permitía que un equipo en su último partido pudiera, en ciertas circunstancias, beneficiarse de una derrota abultada si esto ayudaba a que otros equipos en su grupo lograran entrar en las repechages.

En la práctica, esto significaba que San Marino deseaba que Rumania ganara por muchos goles, ya que solo así, y de manera casi increíble, mantendría una pequeña esperanza de avanzar.

El azar quiso que, finalmente, Rumania no lograra la victoria que necesitaba para mantener abiertas esas posibilidades. En su enfrentamiento contra Bosnia y Herzegovina, el equipo balcánico logró un empate que dejó a Rumania sin chances de clasificarse de forma directa ni de acceder a la repesca de manera convencional.

En consecuencia, la plaza en la repesca fue para las mejores selecciones de la Liga D de la UEFA Nations League, la categoría reservada para las selecciones menos competitivas del continente europeo.

Lo que generó todo este escenario fue el mercado de apuestas

Lo que generó todo este escenario fue el mercado de apuestas, que refleja la distancia deportiva entre ambos equipos y la rareza del caso. En la plataforma Betsson, la victoria de San Marino había alcanzado una cuota de 100,00 dólares, equivalente a aproximadamente 92 euros, antes del partido, lo que representaba una de las apuestas más altas de toda la fase clasificatoria.

Esta cifra evidenciaba cuán improbable parecía un triunfo sanmarinense. Por el contrario, Rumania partía como gran favorita, con una cuota de 1,01 euros, mientras que el empate era cotizado en 26,00 euros, indicando también una expectativa de poco interés en un resultado igualitario.

San Marino, que en el ranking FIFA ocupa actualmente la posición 210, es considerado el equipo más débil del mundo en términos históricos. Su desempeño en partidos oficiales ha sido pobre a lo largo de las últimas dos décadas: solo había conseguido tres victorias en 219 partidos disputados hasta septiembre de 2024.

La sequía de triunfos de la selección llega a los 141 partidos sin lograr una victoria oficial, tras su triunfo histórico por 1-0 ante Liechtenstein en la UEFA Nations League en septiembre de 2024, que significó se primer triunfo en casi 20 años.

Este largo período de derrotas, que incluye más de 135 derrotas y más de 560 goles en contra, sitúa a San Marino como una de las selecciones con peor rendimiento en la historia del #fútbol internacional.

La estrategia del pequeño país siempre ha estado marcada por la lucha por mantenerse competitivo frente a equipos mucho más poderosos y mejor posicionados en el ranking mundial.

La situación de San Marino en estas eliminatorias ha sido un ejemplo claro de cómo las circunstancias reglamentarias pueden jugar un papel decisivo en el fútbol internacional y cómo la historia, a veces, se vuelca en hechos extraordinarios que desafían las expectativas.

La expectativa por un resultado que, en cualquier otro contexto, sería considerada imposible, refleja la particularidad del fútbol y la incertidumbre que siempre lo acompaña.