San Lorenzo logra una victoria ajustada frente a Rosario Central con un gran gol de Nahuel Bustos, en un encuentro marcado por la ovación a Russo y la tensión en el campo.
En un encuentro donde la emoción estuvo presente más que el juego fluido, San Lorenzo emergió como vencedor ante Rosario Central en el Gigante de Arroyito, en un partido que, aunque no tuvo grandes despliegues ofensivos, sí dejó la sensación de ser intenso y disputado.
Uno de los principales atractivos del encuentro fue el regreso de Miguel Ángel Russo al banquillo de Rosario Central, un momento que fue motivo de ovación por parte de los hinchas locales.
Sin embargo, la alegría por el regreso del entrenador rápidamente se vio opacada por la falta de claridad en el juego de su equipo, que no logró establecer un dominio claro sobre su rival.
En la primera mitad, el juego se tornó en una contienda friccionada, donde las oportunidades de gol brillaron por su ausencia.
La situación más prometedora del primer tiempo llegó a través de Ignacio Malcorra, quien recibió una plaqueta en honor a sus 100 partidos con el club antes del inicio del juego.
A los 22 minutos, Malcorra parecía haber abierto el marcador con un remate cruzado, pero el árbitro Andrés Merlos, tras revisar la acción en el VAR, anuló correctamente el gol por una falta de Franco Ibarra sobre Nahuel Bustos durante el inicio de la jugada.
En los últimos minutos del primer tiempo, el conjunto visitante, San Lorenzo, mostró una mejora notable.
Un disparo de Alexis Cuello rozó el arco local y luego, en el tiempo de descuento, un potente tiro de media distancia de Eric Remedi fue detenido con acierto por el arquero local, Fatura Broun.
Así, el primer tiempo concluyó sin goles, pero con un indicio de que San Lorenzo empezaba a despertar.
La segunda mitad continuó sin un dominador claro, y ambos equipos lucharon más de lo que jugaron.
Aunque Rosario Central mantenía la posesión, sus intentos de sorprender a la defensa rival se veían frustrados por la falta de profundidad en el juego.
Esto llevó a Matías Lequi, el técnico interino de Central, a realizar cambios buscando desequilibrar el partido, como la entrada del veloz Jaminton Campaz.
Fue a los 64 minutos cuando, en un giro inesperado, llegó el primer y único gol del partido.
Gracias a la presión de Andrés Vombergar, quien había ingresado también como sustituto, se le presentó la oportunidad a Nahuel Bustos.
Con un potente disparo desde fuera del área, Bustos abrió el marcador, dejando inutilizado al portero Broun.
La explosión de festejo de Bustos reflejó la importancia del tanto.
A partir de ese momento, San Lorenzo se centró en mantener la ventaja jugando defensivamente.
Chila Gómez, el arquero visitante, se convirtió en un muro, evitando que Rosario Central pudiera empatar a través de varias intervenciones claves.
Por otro lado, algunas carreras de Barrios mantuvieron al equipo de Lequi en la expectativa, buscando el segundo gol.
Sin embargo, no se concretaron ni el empate ni la ampliación del marcador, cerrándose el partido con el marcador en 1-0 a favor de San Lorenzo.
Este resultado, además de otorgar tres puntos vitales a San Lorenzo, deja a Rosario Central con la tarea de replantear su estrategia ante un panorama en el que la lucha por los torneos internacionales se torna complicada.
Así, la jornada en Rosario culminó en medio de la tensión y la expectativa en el club local.