En un partido destacado, River Plate logró una sólida victoria de 3-0 frente a San Martín de Tucumán en la Copa Argentina, asegurando su pase a los cuartos de final, mientras prepara su próximo desafío en la Copa Libertadores.

Imagen relacionada de river plate avanza cuartos copa argentina victoria san martin tucuman

La victoria se sustentó en la exhibición de buen #fútbol y en las actuaciones destacadas de sus jugadores, aunque también dejó algunas cuestiones por mejorar para el conjunto millonario.

El partido, que se jugó en Santiago del Estero, sirvió como preparación para el importante compromiso que enfrentará River en la próxima semana contra Libertad de Paraguay por los octavos de final de la Copa Libertadores.

Debido a esto, #Marcelo Gallardo decidió darles minutos a varios titulares, pensando en esa exigente competencia internacional.

Desde el comienzo, River mostró un rendimiento irregular, pero pudo dominar y concretar sus ventajas en el marcador, gracias principalmente a la calidad individual y a la experiencia de sus jugadores.

La primera mitad cerró con un gol de Gonzalo Montiel, quien convirtió su primer tanto con la camiseta del club. Después, en el segundo tiempo, River confirmó su superioridad con los goles de Giulianno Galoppo y Gonzalo Montiel nuevamente, este último logrando su doblete y sellando el resultado.

El atacante colombiano Miguel Borja fue una de las novedades en el planteo de Gallardo, quien le brindó la oportunidad de sumar minutos en cancha y buscar recuperar confianza tras un comienzo difícil en River.

Borja tuvo oportunidades claras para anotar, pero la imprecisión en la definición fue su talón de Aquiles, ya que erró varias ocasiones frente al arco rival.

En la defensa, Germán Pezzella tuvo una actuación sólida, mostrando mayor firmeza y liderazgo, además de imponerse en las jugadas aéreas, un aspecto en el que River fue claramente superior.

Por su parte, Facundo Colidio se destacó en el ataque, especialmente en los regresos desde la izquierda, con gambetas que enloquecieron a los defensores tucumanos.

Por otro lado, algunos jugadores del mediocampo demostraron todavía falta de sincronización, como Enzo Pérez, quien terminó corriendo mucho sin un funcionamiento claro.

Todavía necesitan adaptarse al ritmo del #fútbol argentino y a las exigencias del equipo

Kevin Castaño y Matías Galarza, los refuerzos extranjeros, todavía necesitan adaptarse al ritmo del fútbol argentino y a las exigencias del equipo.

San Martín de Tucumán, a pesar de su entrega física, no pudo sostener el ritmo y se mostró vulnerable en la defensa, que permitió las oportunidades claras del rival.

El arquero Armani tuvo que realizar dos grandes atajadas para mantener la portería intacta en la segunda mitad, específicamente ante Jesús Soraire.

El resultado pudo ser mayor en favor de River, ya que la defensa visitante quedó muy abierta en varias oportunidades que no fueron aprovechadas por los delanteros rivales.

La diferencia se hizo evidente a los 25 minutos del segundo tiempo, cuando Giuliano Galoppo anotó el segundo gol de River, y más tarde, Montiel aportó el tercero, poniendo cifras definitivas en el marcador.

Este triunfo confirma a River como uno de los favoritos en esta edición de la #Copa Argentina y lo coloca en buen camino para enfrentar con confianza los próximos desafíos en el fútbol continental.

La atención ahora está puesta en la ida del enfrentamiento contra Libertad, que se disputará en Asunción el jueves 14 de agosto, en una serie que promete ser muy competitiva.

La actuación de River en este encuentro dejó varias enseñanzas, tanto positivas como negativas, que el cuerpo técnico buscará corregir antes del compromiso internacional.

La profesionalidad y el carácter del equipo quedaron evidenciados, aunque todavía hay aspectos en los que se debe seguir trabajando para consolidar un rendimiento más uniforme.

En definitiva, la clasificación a los cuartos de final es un paso importante, pero la verdadera prueba llegará en los próximos días, cuando el equipo de Marcelo Gallardo busque reafirmarse en una competencia que siempre exige lo mejor.