En el mundo del fútbol, es común que durante un partido el árbitro se vea rodeado por jugadores de ambos equipos pidiendo sanciones o defendiendo a sus compañeros.

Tal situación suele generar caos en el campo y puede llevar a que el árbitro se sienta presionado al momento de tomar decisiones.

Esta problemática no es exclusiva de Argentina, sino que se presenta en muchas ligas alrededor del mundo.

Sin embargo, la FIFA ha decidido actuar para mejorar esta situación en el fútbol argentino, donde las protestas masivas ante el cuerpo arbitral han contado con amplio respaldo, pero también con muchas críticas.

Por este motivo, Federico Beligoy, Director Nacional de Arbitraje y Secretario General de la Asociación Argentina de Árbitros (AAA), organizó un encuentro en el predio Lionel Messi de Ezeiza.

En este evento se reunieron capitanes y subcapitanes de los 28 equipos que forman parte de la Liga Profesional, junto con sus entrenadores o miembros del cuerpo técnico.

Durante la reunión, se expuso una nueva normativa FIFA que comenzará a regir a partir de la fecha 14 del torneo.

Este anuncio llega en un contexto complicado para el fútbol argentino, marcado por una serie de escándalos y controversias como la actuación del árbitro Andrés Merlos en la Copa Argentina, que terminó en incidentes graves y reclamos ante la justicia.

La reunión permitió a Beliog hablar también sobre la efectividad del VAR, indicando que ha logrado un 94% de aciertos en sus decisiones durante el año, un dato que se busca reforzar para legitimizar el uso de esta herramienta en el fútbol profesional.

Entre las medidas que se introducirán, destaca la creación de una “zona de capitanes”, similar a la que se utilizará en la Eurocopa 2024. En este nuevo espacio, solo los capitanes tendrán la posibilidad de interactuar con el árbitro.

Este cambio busca restringir la capacidad de otros jugadores para cuestionar decisiones arbitrales, algo que ha generado problemas de comportamiento a lo largo de los años.

Sin embargo, queda a criterio del árbitro permitir que otros jugadores se acerquen, especialmente en situaciones donde un futbolista ha sufrido una falta o está lesionado.

Además, se advierte que cualquier jugador que demuestre descontento de forma verbal o mediante gestos será amonestado.

Esta medida podría transformar drásticamente la dinámica de los partidos, ya que se busca fomentar un ambiente de respeto entre jugadores y árbitros.

La normativa también indica que si el capitán es el portero, deberá designar a otro jugador para que se acerque al árbitro y así evitar que el arquero abandone su área durante este tipo de interacciones.

Este nuevo reglamento se aplicará a partir del partido entre Riestra y Huracán, y se extenderá a los encuentros subsiguientes.

Queda por verse si esta iniciativa será capaz de reducir la cantidad de protestas colectivas y sanciones por parte de los árbitros, o bien, si el efecto será el contrario y habrá un aumento en las tarjetas amarillas.

Con esta decisión, la Asociación Argentina de Árbitros busca no solo mejorar la situación en los campos de juego, sino también contribuir a una cultura de mayor convivencia y respeto dentro del deporte.