El entrenador Martín Demichelis ha logrado volver a encaminar a River Plate hacia la victoria, gracias a modificaciones inteligentes en su esquema táctico y una estructura estable en el equipo.
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Como sucedió en la primera parte del año pasado, Martín Demichelis comprendió cuál era el camino futbolístico más conveniente.
El que hiciera sentir mejor a sus jugadores.
Y los cambios recurrentes y extraños mutaron en modificaciones más puntuales e inteligentes.
Así tras una gran semana, con tres triunfos, ocho goles en tres partidos y ninguno en contra, River parece volver a andar sobre rieles.
Y buscará ratificarlo en Mendoza ante Temperley, en un nuevo duelo mano a mano, esta vez por los 16avos de la Copa Argentina.
Tanto en 2023 como en el inicio de 2024, hubo un momento en que Demichelis quiso implementar un 4-3-3 para River.
Sin embargo, por las características de sus futbolistas, la tarea se le dificultó. Es que en ningún momento tuvo extremos bien definidos o jugadores que se sintieran cómodos en las bandas.
Y tampoco se los veía confortables a los volantes en un mediocampo de tres integrantes.
Entonces, el año pasado había pasado a jugar con cinco mediocampistas, un esquema que fue clave para el funcionamiento del equipo campeón de la Liga Profesional.
Y ahora apostó por el 4-3-1-2, con el Diablito Echeverri suelto, entre los medios internos y los delanteros.
Y River mejoró.
Pero no fue la única cuestión por la que el equipo de Núñez muestra su mejor cara, dado que ya hace varios partidos que viene jugando con ese esquema, incluso en las derrotas con Boca y el empate ante Nacional.
El otro motivo fue que ya hay una estructura estable y no hay tantos cambios de nombres de partido a partido.
Las modificaciones son más específicas ahora.
Y si bien hubo cinco cambios del partido ante Libertad al de Belgrano, la mayoría fue por retoques puntuales y cuidados físicos, como los de Milton Casco y Nacho Fernández, quienes deben administrar los minutos para no desgastarse, o el de Rodrigo Aliendro, quien se encontraba lesionado con un traumatismo costal.
En tanto, Rodrigo Villagra y Facundo Colidio rotaron.
Si se observa de la primera fecha de la Liga (con Central Córdoba) a la segunda (contra Belgrano), los cambios solo fueron tres: Enzo Díaz por Casco; Simón por Nacho Fernández y Miguel Borja por Facundo Colidio.
En el medio, estuvo el encuentro frente a Libertad, en el que jugó el que hoy es el equipo titular.
Y en esa formación ideal, ahora están Agustín Sant’Anna y Casco.
Demichelis se dio cuenta de que los niveles de Andrés Herrera y Enzo Díaz estaban bajos y tomó la decisión de cambiarlos.
Y hay otra cuestión que el técnico celebra: los que están entrando elevaron sus prestaciones.
Si continúan así, el equipo no resentirá su funcionamiento como pasaba hace unos meses.
Eso sí, el entrenador del Millonario no quiere comer vidrio.
Y lo dejó en claro en la conferencia de prensa posterior a la goleada sobre Belgrano.
“Cuando hemos tocado mucho, las cosas no han funcionado como pretendo”, reconoció al explicar por qué mantuvo a González Pirez y a Paulo Díaz en la zaga y justificar que Casco “merecía descansar” después de haber hecho dos partidos completos luego de venir con poco ritmo.
Y agregó: “Es importante que los que entran aportan rendimiento, compromiso y sacrificio, lo que se refleja en el rendimiento general”.
Demichelis ahora volvería a poner ante Temperley el equipo que hoy es titular.
Esperará a Aliendro hasta último momento y si no llega, jugará Barco o Simón.
Micho no quiere dar lugar a las sorpresas en Mendoza.
Y que River siga vigente en las tres competencias.