Una pelea en el campo de juego entre los equipos de Brown de Adrogué y Dock Sud dejó un saldo de tensión y confusión durante un partido del Ascenso argentino.

Un nuevo episodio de violencia se desató en el fútbol argentino, pero esta vez no se trató de enfrentamientos entre hinchas, sino de un vergonzoso altercado que tuvo lugar en el campo de juego durante el partido entre Brown de Adrogué y Dock Sud, correspondiente a la novena fecha de la Primera B.
Este suceso se originó por la conducta inapropiada de un camillero del club local, quien, en un acto imprudente, lanzó al campo a Matías Sproat, jugador del equipo visitante, mientras este era asistido para recibir atención médica tras haber caído fuera de la línea de cal.
La situación se tornó aún más tensa cuando, tras los gritos de Sproat, quien expresaba su indignación, el camillero, vestido con una camiseta y pantalones cortos rojos con el emblema de Brown, decidió regresar para auxiliarlo.
Sin embargo, su comportamiento fue el mismo y esto desató una violenta confrontación entre los jugadores de ambos equipos. Todo el plantel de Dock Sud se abalanzó para defender a su compañero, y se generó un caos en el que los empujones y los golpes se sucedieron durante varios minutos.
En medio del tumulto, intervino el encargado de seguridad de Dock Sud, quien terminó enredado en una riña con un oficial de policía. Este enfrentamiento se complicó cuando, para controlar la situación, dos agentes de seguridad sujetaron al encargado de seguridad de Dock Sud y lo escoltaron fuera de la cancha, en una escena que se asemejaba a una detención.
Sinclair falla un penalti mientras Canadá empata con Nigeria en el partido inaugural de la Copa del Mundo Femenina
Christine Sinclair, la delantera del equipo de Canadá, falló un penalti en el empate 0-0 contra Nigeria en el primer partido de la Copa del Mundo Femenina. La arquera Chiamaka Nnadozie fue clave para el equipo nigeriano al detener el tiro desde el punto penal. A pesar del resultado, el grupo queda abierto para ambos equipos.
Este escándalo es realmente insólito y vergonzoso, reflejando una problemática que se ha vuelto recurrente en el fútbol argentino, donde la violencia y la falta de respeto se filtran a todos los niveles del deporte.
A pesar de lo ocurrido, el árbitro Julián Jerez decidió no mostrar tarjetas amarillas y permitió que se continuara el partido durante los minutos finales, que se encontraban en tiempo de descuento.
El encuentro terminó con un empate 1-1, gracias a los tantos de Matías Sproat para Brown y de Franco Mesa para Dock Sud, siendo este último el jugador que había sido objeto de la agresión del camillero.
El jefe de prensa de Dock Sud, Mario Herenda, comentó sobre la situación: 'Es increíble lo que pasó; se estaban llevando a Franco Mesa, quien estaba siendo atendido en el hospital, y al intentar cruzar la línea, el empleado de Brown lo volvió a tirar.
Esto fue sólo el inicio de una serie de provocaciones'.
Además, describió que el primer acto de violencia lo inició el camillero al golpear a uno de los asistentes del equipo visitante. El clima entre los aficionados se tornó tenso, aunque fuera del campo no se registraron incidentes. Sin lugar a dudas, este enfrentamiento es una señal alarmante de que la violencia sigue siendo un tema latente en el fútbol argentino, y la necesidad de tomar medidas drásticas se hace más evidente cada día.