El entrenador argentino Gustavo Alfaro vive un emotivo reencuentro con Ecuador, el equipo que dirigió en el Mundial de Qatar 2022, en el marco de las Eliminatorias Sudamericanas.
Este jueves, la selección de Paraguay se enfrentará a Ecuador en un encuentro cargado de emociones para su entrenador, Gustavo Alfaro, quien previamente lideró a la selección ecuatoriana en el Mundial de Qatar 2022. Con reminiscencias de su anterior etapa y una conexión profunda con el país, Alfaro se mostró visiblemente emocionado durante la conferencia de prensa previa al duelo, celebrando la oportunidad de volver a un lugar que considera especial para él.
"Gracias a Ecuador.
Gracias a los jugadores principalmente, por toda esa hermosa vivencia que me hicieron pasar y que para mí está aquí (se señala el corazón). Estas experiencias las llevaré conmigo hasta el final de mis días.
Ahora tengo una nieta a la que le contaré sobre el tiempo que pasé en Ecuador, donde fui inmensamente feliz", comentó el técnico, mientras una lágrima se asomaba en su ojo.
Su apego a la selección ecuatoriana es profundo, considerando que su regreso a Quito lo enfrenta a la nostalgia de un pasado reciente.
Gustavo Alfaro también se tomó un momento para hacer una pausa en su rol como entrenador de Paraguay, señalando que en este momento está hablando desde su perspectiva personal y no como entrenador.
Reconoció que el partido es esencial para cumplir con los objetivos que tiene con la selección paraguaya, que busca reencontrarse con su esencia futbolística.
Sin embargo, dejó claro que el resultado del partido no cambiará el aprecio que siente por Ecuador.
"El afecto que Ecuador generó en mí será eterno, y siempre será una felicidad regresar aquí", expresó con la voz entrecortada.
Bajo su dirección, Ecuador pasó de un bajón futbolístico a clasificar para el Mundial en 2022, pero su salida no fue fácil, en medio de conflictos con la dirigencia del fútbol ecuatoriano que culminaron en una demanda.
Esta situación ilustra la complejidad de su paso por el equipo y el impacto que tuvo en la reconstrucción del mismo.
El entrenador argentino, Sebastián Beccacece, también de origen argentino, liderará a la selección ecuatoriana en este partido, lo que añade otro nivel de rivalidad y emoción al encuentro.
Alfaro, mientras tanto, ha manifestado su intención de implementar un estilo de juego que priorice la posesión del balón y recupere el ADN del fútbol paraguayo.
"Esta selección de Paraguay amalgama los enfoques de entrenadores anteriores y mi propia filosofía.
Siempre habrá espacio para los jóvenes talentos paraguayos y es importante darles oportunidades para brillar en el campo", concluyó Alfaro, quien aspira a que su equipo ofrezca un espectáculo atractivo y competitivo en esta nueva etapa.
Así, el encuentro no solo es una disputa deportiva, sino también un viaje emocional para Alfaro, un recuerdo vivo de su gestión en Ecuador y una oportunidad para reescribir su historia en el fútbol sudamericano.