Sergio Goycochea compartió una anécdota sobre un deseo escrito en el Muro de los Lamentos, parte de una cábala impulsada por Bilardo que marcó el camino de Argentina hacia la final de Italia 1990, donde el equipo mostró su talante bajo presión.
En una entrevista grabada, el ex arquero relató que durante una visita a Israel dejó constancia de un deseo personal en el Muro de los Lamentos, como parte de una #cábala promovida por el entrenador Carlos #Bilardo y repetida por el plantel en esa época previa a la competición.
Bilardo había instaurado esa práctica para el ciclo de 1990 tras haberla utilizado en 1986. El escrito, de tono humilde, pedía poder jugar al menos un partido del Mundial. Fue redactado a fines de mayo de 1990 y nunca había sido hecho público hasta ahora. Este episodio se mantuvo en secreto por más de tres décadas, coincidiendo con la llegada de una lesión que cambió el curso del equipo.
En aquel Mundial Italia 1990, Goycochea emergió como figura clave al atajar penales decisivos frente a Yugoslavia e Italia, permitiendo a la #Argentina avanzar hasta la final.
En la final, la Albiceleste cayó ante Alemania por un gol de penal de Andreas Brehme; la derrota fue acompañada de un fallo arbitral que generó debate entre especialistas y aficionados.
El árbitro mexicano #Edgardo Codesal fue objeto de críticas por ciertas decisiones tomadas durante ese encuentro. Tras Italia 1990, en la #Copa del Mundo de Estados Unidos 1994, los planes para repetir la cábala no pudieron concretarse debido a restricciones de seguridad, según relatos de entonces.
El testimonio forma parte de un marco histórico más amplio que incluye la gestión de Nery Pumpido
Por otra parte, el testimonio forma parte de un marco histórico más amplio que incluye la gestión de Nery Pumpido, titular indiscutible hasta que una fractura en la tibia y el peroné ocurrida en el segundo partido ante la Unión Soviética dejó la puerta abierta a Goycochea.
Su actuación en ese torneo consolidó una de las portadas más recordadas de la historia del #fútbol argentino. En una conversación con el humorista Roberto Moldavsky, quien acompañó a la delegación en Israel durante aquella gira, se hizo un repaso de aquella época y del peso que las cábalas tenían para un equipo que vivía de la presión de ganar en cada salida.
Moldavsky resaltó que entre 1986 y 1990 el equipo atravesó un ciclo exitoso y que el ritual formaba parte de la historia que ayudó a forjar esa confianza colectiva.
Con el paso de las décadas, la anécdota de Goycochea se ha convertido en una pieza más del relato de un periodo dorado del fútbol argentino, un tiempo en que el rendimiento deportivo y las creencias de equipo convivían para sostener a la selección en los grandes escenarios.