El delantero uruguayo Edinson Cavani enfrenta una difícil racha en los penales, evocando relatos literarios que recuerdan la importancia de la técnica y la suerte en el fútbol.

Con su estatura imponente y su característico cabello negro, parece la representación de un personaje sacado de las historias futbolísticas que inmortalizó el escritor argentino Osvaldo Soriano.
Este autor, que dejó un legado inigualable en el ámbito del periodismo y la literatura deportiva, falleció en 1997, pero sus relatos sobre el buen #fútbol siguen vivos en la memoria colectiva.
En el inicio de la temporada 2025, #Cavani ha tenido un rendimiento que ha dejado mucho que desear, marcando solo dos goles en todo el año: un tiro libre deflectado y otro en un partido contra Defensa y Justicia.
Sin embargo, lo que más preocupa a sus aficionados es su incapacidad para convertir penales, algo que parece haberlo sumido en una especie de maldición.
Su más reciente fallo se produjo en un partido frente a Estudiantes, donde tuvo la oportunidad de romper su sequía desde el punto penal.
Y Cavani
El penal fue concedido tras una falta de Sebastián Boselli, y Cavani, como capitán del equipo, se preparó para convertirlo. Sin embargo, su tiro resultó ser un pase suave hacia el lado izquierdo del arco, lo que permitió que el arquero Mansilla lo atajara sin esfuerzo. En su carrera, Cavani ha superado numerosas adversidades y ha demostrado su calidad, acumula más de 500 goles, pero parece estar luchando contra una profunda crisis de confianza en los momentos más cruciales.
Soriano, en sus cuentos, abordaba el arte de patear penales, describiendo cómo en su época no era concebible fallar una oportunidad desde los doce pasos.
Su personaje, Cirilo Renzati, solía decir que un buen penal debía ser 'fuerte, bajo y cruzado'. Hoy, Cavani parece haber olvidado estos principios, lo que lo ha llevado a tropezar en situaciones decisivas. El lamentable episodio en la Bombonera no es más que una repetición de un patrón: errores, accidentes y una creciente presión.
Los relatos de Soriano se contagian de la realidad del fútbol moderno. Un penal es un momento que puede definir a un jugador, y Cavani se encuentra en medio de un ciclo adverso que parece ignorar las enseñanzas del pasado.
Mientras sus compañeros lo apoyan y reconocen su sacrificio en el campo, la figura del goleador que fue no debería ser una simple sombra de lo que alguna vez deslumbró.