El nuevo director técnico de Brasil, Carlo Ancelotti, ha asumido el reto de devolver a la selección a la cima mundial, con la mira puesta en la próxima Copa del Mundo y un histórico sexto título para el país sudamericano.

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Mumbai, 27 de mayo de 2024: Carlo Ancelotti ha declarado que su único objetivo como nuevo entrenador de la selección brasileña es conquistar la sexta Copa del Mundo para el país, poniendo fin a una espera de 24 años para volver a la cima del fútbol internacional.

En una conferencia de prensa realizada en Río de Janeiro, dos días después de finalizar su etapa en el Real Madrid, donde logró levantar 15 trofeos en dos períodos diferentes, Ancelotti expresó su entusiasmo por el reto que tiene delante.

El italiano, de 65 años, asumió oficialmente el cargo tras la salida de Dorival Junior, quien fue despedido tras la derrota de Brasil por 4-1 en las eliminatorias mundialistas contra Argentina en Buenos Aires.

Su llegada ha generado gran expectativa, ya que Brasil busca recuperar su gloria en un torneo que ha visto a selecciones como Alemania, Italia y Francia levantar la copa en los últimos años.

Desde su primera experiencia como entrenador en los años 80, cuando jugaba en Roma junto a ídolos brasileños como Falcao y Toninho Cerezo, Ancelotti ha mantenido una estrecha relación con Brasil.

A lo largo de su carrera, ha dirigido a varios jugadores brasileños en clubes europeos, y su afinidad con el país se ha fortalecido con los años. "Mi conexión con Brasil comenzó en los 80, y desde entonces he tenido la oportunidad de entrenar a muchos futbolistas brasileños. Siempre he admirado su talento y su pasión por el juego. Río de Janeiro, en particular, siempre ha tenido un lugar especial en mi corazón, y ahora finalmente puedo decir que me siento en casa aquí", afirmó.

Las próximas semanas serán cruciales para Ancelotti, ya que deberá preparar a su selección para los partidos de clasificación rumbo a la Copa del Mundo 2026, que se disputará en Estados Unidos, Canadá y México.

Brasil ocupa actualmente la cuarta posición en las eliminatorias sudamericanas, con cuatro partidos restantes. Los seis primeros clasificarán automáticamente, mientras que el séptimo tendrá que luchar en un playoff intercontinental.

Para fortalecer su plantilla, Ancelotti ha llamado a jugadores clave como Casemiro, que vuelve a la selección tras su paso por Manchester United, el delantero Richarlison de Tottenham Hotspur y el extremo Antony de Real Betis.

Sin embargo, la estrella Neymar fue excluido de la lista para que pueda recuperarse completamente de una lesión de rodilla que le ha tenido fuera de las canchas durante meses.

"Hemos seleccionado jugadores que están en buen estado físico. Neymar es una pieza importante, y confiamos en que pueda volver a su mejor nivel para la Copa del Mundo. Hablé con él hoy y entiende nuestra situación", explicó.

Sobre el estilo de juego, Ancelotti fue cauteloso, señalando que no hay una fórmula mágica. "Después de 40 años como entrenador, todavía no sé cuál es la estrategia definitiva para ganar. Lo que sí sé es que el sistema debe adaptarse a las características de los jugadores. Queremos aprovechar al máximo el talento de esta generación y preparar un equipo que pueda competir al más alto nivel", añadió.

La selección brasileña cuenta con un plantel talentoso, incluyendo porteros como Alisson, Ederson y Hugo Souza; defensores como Marquinhos, Danilo y Alex Sandro; mediocampistas como Casemiro, Gerson y Bruno Guimaraes; y atacantes como Raphinha, Vinicius Jr., Richarlison y Gabriel Martinelli. La expectativa es alta, y la llegada de Ancelotti genera esperanza de que Brasil pueda volver a levantar la Copa después de su última victoria en 2002, en Corea y Japón.

La historia del fútbol brasileño está llena de logros y momentos memorables, y ahora, con un técnico de la talla de Ancelotti, el país espera escribir un nuevo capítulo en su rica tradición mundialista.

La misión es difícil, pero la pasión que despierta el equipo nacional en millones de hinchas en todo el mundo impulsa a la selección a luchar por un nuevo título que sería un brillante homenaje a la historia del fútbol en Brasil.