Los dos gigantes del fútbol argentino, Boca Juniors y River Plate, dominan el mercado de fichajes mientras el resto de los equipos luchan por sobrevivir en la crisis económica del país.

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Nicolás Diez, el nuevo director técnico de Argentinos Juniors, reflexionó sobre la compleja situación económica en el fútbol argentino, que enfrenta una dura competencia en la que solo algunos clubes tienen la capacidad económica para realizar importantes fichajes.

'Son muchos equipos, 30 en total, y la mayoría de ellos carecen de recursos, a excepción de los que siempre han tenido poder financiero', expresó.

Este testimonio resuena con fuerza en el seno de la Primera División. En un panorama donde Boca Juniors y River Plate continúan aprovechando sus profundas arcas para cada vez más incorporaciones de alto nivel, otros equipos luchan por cubrir sus necesidades con inversiones mucho más modestas.

De hecho, mientras Boca y River apuntan a la gloria internacional con su participación en la Copa Libertadores y el Mundial de Clubes, los demás conjuntos buscan sobrevivir mediante préstamos o estrategias financieras poco ortodoxas.

Boca Juniors ha comenzado bien el 2025, al incorporar a varios jugadores de renombre en un corto periodo de tiempo. Entre ellos se destaca al chileno Carlos Palacios y al argentino Alan Velasco, quien fue adquirido por 9,4 millones de euros, convirtiéndose en la segunda compra más costosa de la historia del club, solo superada por Juan Román Riquelme.

Boca ha invertido también en Rodrigo Battaglia y Ayrton Costa, en una clara intención de elevar el nivel del equipo tras un 2024 complicado.

En paralelo, River Plate ha cerrado la vuelta de Gonzalo Montiel, por el que pagó 3,7 millones de euros, lo que añade a un plantel que incluye a varios campeones del mundo.

La tienda de Núñez no se detiene ahí, ya que el equipo sigue trabajando para seducir a jugadores como Sebastián Driussi, de quien se habla que podría costar 8,5 millones de euros.


Con el reciente ingreso de jugadores experimentados, River también se prepara para dar pelea en los torneos internacionales.

Sin embargo, no se puede ignorar el hecho de que estos dos clubes están marcando una tendencia preocupante. Mientras Boca y River compiten por jugadores de élite, otros clubes, como Racing Club, Estudiantes y San Lorenzo, están limitados en sus capacidades de inversión.

Racing, por ejemplo, ha logrado repatriar a Matías Zaracho por 1,8 millones de euros, mientras que San Lorenzo ha tenido que conformarse con incorporaciones más modestas.

La diferencia económica entre estos dos gigantes y el resto del fútbol argentino es notable. Clubs como Independiente y los recién ascendidos Aldosivi y San Martín deben lidiar con restricciones financieras severas, lo que les impide realizar las inversiones necesarias para competir en el más alto nivel.

Esa polarización del fútbol argentino se acentúa: Boca y River, a través de sus contratos millonarios, pueden traducir sus éxitos en el campo en cifras récord de ventas, mientras otros clubes luchan simplemente por equilibrar sus cuentas.

El impacto del nuevo modelo de torneos internacionales también afecta considerablemente la balanza. La participación de Boca y River en el Mundial de Clubes les reportará 30 millones de euros solo por su presencia, un ingreso que otros equipos nunca podrían soñar alcanzar.

En conclusión, la actual ventana de transferencias está siendo testigo de una preocupación creciente por la distancia económica y competitiva entre los clubes más ricos y los que no pueden igualar esas capacidades, convirtiendo el mercado de fichajes en un escenario desequilibrado.