La selección argentina Sub 20 logra un agónico triunfo contra Uruguay, afianzando su camino hacia el Mundial.

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En un partido lleno de emociones y polémicas, la selección Sub 20 de Argentina logró una emocionante victoria de 4-3 ante su eterno rival, Uruguay, en el torneo Sudamericano.

La actuación destacada de Claudio Echeverri y Maher Carrizo fue fundamental para el triunfo, que deja a Argentina a un paso de clasificar al Mundial de Chile, aunque también despierta dudas sobre la vulnerabilidad de la defensa.

Desde el comienzo del encuentro, se notó la intensidad del clásico rioplatense. A tan solo 14 minutos de juego, se produjo un momento clave cuando Agustín Ruberto fue derribado en el área uruguaya tras un choque con el arquero Kevin Martínez.

A pesar de las protestas argentinas, el VAR decidió no intervenir, y Ruberto se vio obligado a abandonar el campo debido a una lesión, lo que llevó a Diego Placente a realizar un cambio temprano, dando entrada a Carrizo.

El partido avanzaba con idas y vueltas, en medio de una atmósfera tensión y varias jugadas polémicas. A los 37 minutos, el Diablito Echeverri se iluminó y, tras recibir un pase de Carrizo, efectuó una brillante definición que abrió el marcador a favor de Argentina.

Apenas cinco minutos después, Echeverri se convertiría en asistente, permitiendo que Carrizo anotara el segundo gol, consolidando la ventaja argentina.

De este modo, Argentina se fue al descanso con un 2-0 que, a pesar de ser merecido, resultó un tanto sorprendente, ya que Uruguay había tenido sus momentos en la primera parte.

En el segundo tiempo, Argentina amplió su ventaja a 3-0 con un nuevo gol de Carrizo, pero la respuesta uruguaya no tardó en llegar: una desafortunada acción defensiva permitió que Lavega descuente, colocando el marcador en 3-1.

Con el encuentro empatado en términos de intensidad, la selección argentina logró anotar de nuevo y parecía encaminarse hacia una victoria cómoda con el 4-1 gracias a un gol más de Carrizo.

Sin embargo, la emoción del partido no había terminado. Uruguay reaccionó con sangre fría, y con dos goles en un corto lapso de tiempo, el capitán Lavega se erigió como el héroe momentáneo de la Celeste, poniendo el resultado en un inminente 4-3.

Enfrentando el último tramo del encuentro, Argentina se mostró cansada y con poca seguridad en la defensa, permitiendo que Uruguay presionara y generara peligro constante.

A pesar de este nerviosismo, el equipo logró mantener la ventaja y resistir hasta el pitido final.

Argentina, a pesar de las adversidades, dio otro paso importante hacia el objetivo de clasificarse al Mundial. Este triunfo, aunque emocionante, también debe servir como una lección para trabajar en las debilidades defensivas que dejaron entrever el duelo ante los uruguayos.

Así, la selección juvenil de Argentina avanza con el anhelo de hacerse con el título del Sudamericano.