Después de 776 días fuera de las canchas debido a una sanción por dopaje, el futbolista argentino Alejandro Gómez regresó a un partido oficial con el equipo italiano Padova en la Serie B. Gómez había estado entrenando de manera particular y superando lesiones, y su retorno representa un paso importante en su carrera deportiva.
Gómez, quien fue sancionado por un caso de #dopaje en noviembre de 2022, volvió a participar en un partido oficial en la #Serie B de Italia, con el equipo Padova, tras haber estado en proceso de recuperación física y emocional.
Su #regreso a las canchas ocurrió en una jornada marcada por la derrota del #Padova ante el Venezia por 2-0, en un partido correspondiente a la 13ª fecha del torneo.
Gómez entró en el segundo tiempo, al minuto 58, sustituyendo a un compañero, en un momento en que el equipo ya perdía por un gol. Aunque su participación fue limitada y aún lejos de su mejor forma, el hecho de haber vestido nuevamente la camiseta del club italiano fue un logro significativo para el futbolista.
El retorno del #Papu Gómez no solo simboliza su deseo de seguir jugando, sino que también refleja su esfuerzo por superar una difícil etapa marcada por la suspensión y las lesiones musculares que lo afectaron durante su proceso de recuperación.
Después de casi ocho años en clubes de alto nivel, incluyendo su paso por el Sevilla, Atlético de Madrid, y otros, Gómez se mantuvo entrenando de manera autónoma, compartiendo en sus redes sociales los avances en su preparación física y mental.
La historia de Gómez en el #fútbol internacional comenzó hace más de una década, cuando emergió en Independiente, uno de los clubes más grandes de Argentina, donde llamó la atención por su talento y versatilidad.
Su talento lo llevó rápidamente a Europa, debutando en el metal italiano en 2014 con el club Atalanta, y posteriormente destacando en el Sevilla, donde fue pieza clave en la conquista de la Europa League en 2020.
Su caso de dopaje
Su caso de dopaje, sin embargo, empañó su carrera. En noviembre de 2022, los médicos del Sevilla detectaron a través de un test antidopaje la presencia de una sustancia prohibida en su organismo, la cual el futbolista había ingerido sin conocimiento previo, tras tomar un jarabe la noche anterior.
Gómez explicó que no consultó con los médicos del club antes de medicarse, ya que no se encontraba bien y tomó esa decisión en un momento de desespero.
La UEFA lo sancionó con dos años de suspensión, lo que lo mantuvo fuera de las canchas desde entonces.
A pesar de la sanción, Gómez mantuvo la esperanza y se mantuvo activo físicamente, entrenando en forma privada y superando lesiones musculares que retrasaron aún más su regreso.
En ese tiempo, también se habló de posibles retornos a Argentina o a ligas de Oriente Medio, pero finalmente optó por con su llegada al Padova, en Italia.
Para Gómez, regresar a la Serie B y luchar por volver a la Serie A sigue siendo su gran objetivo; en sus propias palabras, sueña con devolver al equipo a la máxima categoría italiana.
Tras su presentación en octubre, el futbolista expresó: "Tuve varias ofertas, pero aquí en Italia me siento bien y quiero seguir disfrutando de jugar al fútbol.
Este es un reto importante para mí y estoy motivado para llevar a mi equipo a la Serie A en el futuro. La suspensión fue dura, pero la transformé en fuerza para volver. Cada día entreno con la ilusión de poder retirarme cuando quiera, y este regreso es un paso más en ese camino".
El proceso de recuperación y el esfuerzo constante de Gómez representan una historia de resiliencia en el deporte, donde la perseverancia y la pasión por jugar parecen ser más fuertes que los obstáculos.
