El conjunto de River Plate logró un triunfo por 2-1 frente a Palmeiras en el partido de ida de los cuartos de final, con un tanto en los últimos minutos que redefine las expectativas para la revancha en Brasil. Analysis del encuentro, las decisiones tácticas y el contexto histórico de la competición.

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El encuentro, disputado en el estadio Monumental, culminó con una victoria por 2-1 del equipo argentino, gracias a un tanto en los minutos finales que deja abierta la serie para el enfrentamiento de vuelta en Brasil.

Esto representa una bocanada de aire para el club de Núñez, que ha vivido momentos históricos en esta competencia y busca ahora dar el paso decisivo hacia las semifinales.

El partido comenzó con un desarrollo que sorprendió a propios y extraños. Palmeiras, equipo de gran tradición en el fútbol sudamericano, se mostró dominante desde el inicio. La diferencia en el juego fue evidente: el conjunto paulista controló la pelota, manejó los ritmos y amenazó en varias ocasiones la portería de River, que salió con una estrategia muy conservadora.

La alineación inicial de River reflejaba esa intención defensiva, con siete jugadores en labores de contención y un esquema que priorizaba la resistencia.

La única referencia en ataque fue Maxi Salas, que quedó aislado en la delantera, con Driussi y Fernández en línea de medios.

A los cinco minutos, #Palmeiras inauguró el marcador con un cabezazo de Gustavo Gómez tras un córner, anotando así su primer gol en el partido. Desde ese momento, el dominio fue claramente del equipo visitante, que lució con mucha más dinámica y precisión en la circulación de balón. Los brasileños demostraron por qué son considerados favoritos, con Andreas Pereira como uno de los principales instigadores del juego. Incluso, el esfuerzo defensivo de River fue insuficiente y no logró frenar las embestidas de Palmeiras en el primer tiempo.

El desajuste táctico en el planteamiento inicial llevó a que la afición en el Monumental se sintiera inicialmente desconcertada, pero la entrada de cambios en la segunda mitad revitalizó a los argentinos.

River ajustó su esquema a un 4-4-2 con la incorporación de Juanfer Quintero y el regreso de Martínez Quarta, además de mover a Enzo Pérez y Castaño en el medio campo para mejorar la contención y la circulación.

Y aunque Palmeiras seguía presionando

La mejora en el rendimiento fue notable, y aunque Palmeiras seguía presionando, River logró mantener la resistencia, con varias intervenciones destacadas del arquero Franco Armani, quien fue figura en el encuentro.

La presión argentina empezó a tener más influencia en el partido, y en un momento clave, River encontró su oportunidad. A los 45 minutos, la defensa brasileña perdió la concentración, y Martínez Quarta aprovechó la oportunidad para marcar un gol que representa una luz de esperanza para su equipo en la serie.

El final del encuentro estuvo marcado por la tensión adicional: Borja, en la última jugada, estuvo muy cerca de igualar para Palmeiras, pero la defensa de River logró salvar esa situación.

El árbitro revisó una jugada polémica en la que Weverton, portero de Palmeiras, impactó la rodilla en la espalda de Montiel, buscando una posible falta que habría sido penal.

Sin embargo, el VAR indicó que la infracción no existió, ya que el jugador de Palmeiras estaba en posición offside milimétrica.

Este resultado deja todo abierto para el partido de vuelta en Brasil, programado para el miércoles próximo. La serie, que enfrenta a dos de los clubes más históricos de Sudamérica, promete ser una batalla apasionante en la búsqueda de un lugar en las semifinales del torneo.

La historia de River en la #Copa Libertadores es longeva, con dobletes y remontadas memorables, y esta oportunidad puede ser otro capítulo en su rica tradición continental.

Desde la victoria en 1986 hasta las destacadas campañas en los años recientes, River ha sabido sobreponerse a momentos difíciles, y ahora tiene la chance de seguir haciendo historia si logra mantener la diferencia en el próximo compromiso.