El equipo argentino logra su pasaje a la final de la Copa Sudamericana tras vencer a Universidad de Chile en un encuentro marcado por decisiones arbitrales controvertidas y acciones destacadas dentro del campo.
 
                                        El encuentro contó con momentos decisivos en el campo y decisiones arbitrales que generaron debate y que, al final, ayudaron a definir el resultado.
El marcador final fue 1-0 a favor de Lanús, con un gol decisivo de Rodrigo Castillo que sumó en el marcador global y aseguró la clasificación del equipo argentino a su segunda final internacional en la historia.
El arquero chileno Gabriel Castellón no pudo evitar el disparo, y la jugada recordada fue similar a aquella famosa escena del mundial Italia 90, en la que Caniggia se quedó solo frente al arquero para definir.
El partido estuvo marcado por la controversia, especialmente en el minuto 17 del segundo tiempo, cuando en una rápida transición, Eduardo Salvio estuvo involucrado en un posible penal en favor de #Lanús que el árbitro venezolano Alexis Herrera, en una decisión controvertida, no sancionó.
La revisión con el VAR también fue negativa para los argentinos, ya que los asistentes no detectaron ninguna infracción en esa jugada. La polémica se agravó con otro gol anulado a Universidad de Chile, vía revisión del VAR, por una posición adelantada de Lucas Di Yorio en una jugada previa.
La línea de fuera de juego fue muy ajustada, pero la tecnología determinó que la jugada no era válida, lo que mantuvo el empate parcial en ese momento.
El público en el estadio, 47,000 espectadores en total, mostró su entusiasmo y respaldo al equipo Argentino, que con este triunfo vuelve a jugar una final internacional después de 12 años.
La última final que disputó Lanús fue en 2017 en la Copa Libertadores, donde fue eliminado en semifinales, y anteriormente en 2014 en la Recopa Sudamericana.
La historia del club en competiciones internacionales refleja un recorrido de altas y bajas y momentos históricos, como la final de la #Copa Sudamericana en 2013 que conquistó, y su notable protagonismo en el fútbol sudamericano.
La figura del partido fue sin duda el mediocampista Marcelino Moreno, quien con su creatividad y visión se convirtió en el motor del medio campo del conjunto granate.
Moreno, con 28 años, destacó por su capacidad para distribuir juego, y fue clave en la construcción de varias jugadas peligrosas, además de asistir en una incursión personal que fue anulada por un milimétrico fuera de juego.
Sus movimientos y su liderazgo en la cancha demostraron las razones por las que muchos lo consideran uno de los mejores en su puesto en el fútbol sudamericano
Sus movimientos y su liderazgo en la cancha demostraron las razones por las que muchos lo consideran uno de los mejores en su puesto en el fútbol sudamericano.
Por otro lado, el partido tuvo un desarrollo intenso y equilibrado, pero con algunos momentos en los que Lanús no logró concretar oportunidades claras en el primer tiempo.
La estrategia se centró en dominar la posesión y buscar el arco de Castellón, sin embargo, le faltó la precisión necesaria, especialmente en los primeros 45 minutos, donde Salvio y Castillo tuvieron algunas opciones para abrir el marcador.
La defensa chilena, liderada por Israel Poblete y Charles Aranguiz, se mostró sólida, aunque en el segundo tiempo la dinámica cambió y ambos equipos buscaron con más intensidad el gol.
En la segunda mitad, Lanús salió con mayor determinación, presionando alto y generando peligro con tiros de media distancia y ataques rápidos por las bandas.
Sin embargo, todo cambió tras la apertura del marcador de Universidad de Chile, en un gol que fue invalidado por fuera de juego, lo que generó una explosión de protestas en el público visitante.
La revisión en el VAR favoreció a Lanús, que vio cómo se mantenía la igualdad en el marcador y que la opción de avanzar dependía de mantener el control y buscar el tanto decisivo.
Finalmente, en los minutos finales, Castillo consiguió anotar el gol que llevó a Lanús a la final, dejando atrás las dudas arbitrales y las polémicas del encuentro.
La victoria fue celebrada con entusiasmo por los hinchas locales, que celebraron el regreso del equipo a una final internacional después de varios años y una serie de fracasos en finales anteriores.
La final de la Copa Sudamericana enfrentará a Lanús contra Atlético Mineiro en el Estadio Defensores del Chaco en Asunción el próximo 22 de noviembre, donde el equipo argentino buscará coronarse por segunda vez en este prestigioso torneo.
Este logro posiciona a Lanús en un momento importante de su historia deportiva, y refleja la continuidad de un trabajo que, desde su fundación en 1915, ha ido consolidando su carácter competitivo en el fútbol sudamericano.

