La selección india sub-23 logró un empate sin goles en su segundo partido amistoso contra Kirguistán en Tajikistán, en un encuentro marcado por oportunidades desaprovechadas y cambios en el once inicial.
La delegación india viajó a Tajikistán tras haber perdido su primer amistoso por 2-3 contra el equipo local, en un partido que sirvió para evaluar y ajustar a los jóvenes talentos antes de los compromisos oficiales.
El técnico #Naushad Moosa realizó ocho cambios en el once titular respecto al primer encuentro, manteniendo solo a los defensores Pramveer, Bikash Yumnam y Abhishek Singh Tekcham.
Este ajuste buscaba dar oportunidad a más jugadores y experimentar con diferentes formaciones, en un proceso que forma parte de la planificación a largo plazo para fortalecer el equipo juvenil.
Durante la primera mitad, Kirguistán mostró mayor dinamismo y control del balón en los primeros 30 minutos, generando cierta inquietud en la defensa india.
Sin embargo, los jóvenes indios no se dieron por vencidos y poco a poco lograron equilibrar el ritmo del juego. La mayor parte de las acciones ofensivas surgieron a través de sus veloces extremos, intentando sorprender a la zaga rival.
Una de las jugadas más peligrosas ocurrió en el minuto 38, cuando Parthib Sundar Gogoi disparó un fuerte disparo que fue detenido por el arquero de Kirguistán, Sultan Chomoev.
Solo seis minutos después, Gogoi volvió a poner en aprietos a la defensa local con un tiro libre desde cerca del área, que obligó a Sultan a realizar una espectacular atajada para evitar el gol.
Antes del descanso, Vibin Mohanan sirvió un centro preciso desde la banda derecha, que Pramveer remató de cabeza, aunque su intento se fue por encima del travesaño, desaprovechando una clara oportunidad.
En la segunda mitad, ambos equipos intentaron abrir el marcador, pero la defensa y las buenas intervenciones de los arqueros impidieron cualquier avance.
La falta de puntería y la resistencia de las líneas defensivas llevaron el partido a un empate que refleja el carácter competitivo del equipo indio, que continúa con su proceso de preparación para los próximos desafíos internacionales.
Este tipo de amistosos son fundamentales para el desarrollo de los jóvenes futbolistas indios, quienes buscan consolidar un equipo competitivo que pueda representar a la nación en torneos de alto nivel en Asia y el mundo.
La historia del #fútbol juvenil en India ha visto avances significativos en los últimos años
La historia del fútbol juvenil en India ha visto avances significativos en los últimos años, impulsada por una mayor inversión en infraestructura y formación técnica, además de la participación en torneos internacionales que han permitido a los jugadores adquirir experiencia.
El técnico Moosa ha mostrado confianza en el potencial de su plantilla, y su estrategia de rotar jugadores busca encontrar la combinación ideal para afrontar los retos venideros.
La selección sub-23 de la India, con una historia que data de los años 50, ha ido creciendo paulatinamente en el escenario internacional, logrando en 2018 su clasificación a los Juegos Asiáticos, un logro importante para un país donde el fútbol sigue en desarrollo frente a deportes más populares como cricket y hockey.
Con un presupuesto aproximado de 20.000 euros por partido amistoso, la inversión en estos encuentros es clave para la exposición y el crecimiento del fútbol juvenil en India. La participación en torneos internacionales y los amistosos sirven para aumentar el nivel competitivo y preparar a los jugadores para futuras competiciones oficiales.
