Bev Priestman, quien fue suspendida por su implicación en un escándalo de espionaje con drones en los Juegos Olímpicos de París 2024, ha sido contratada como entrenadora principal del único equipo profesional femenino de Nueva Zelanda, en una sorprendente vuelta al mundo del fútbol.

La noticia ha causado revuelo en el mundo del fútbol, especialmente en el ámbito del deporte femenino, donde Priestman era considerada una de las figuras más influyentes antes de su suspensión.
Supuestamente, la contratación de Priestman se produjo tras la finalización de una suspensión de un año que le impuso la FIFA, en respuesta a una investigación que reveló que, junto con otros miembros del cuerpo técnico, habría utilizado drones para espiar a la selección femenina de #Nueva Zelanda antes del partido inaugural en los Juegos Olímpicos de París.
La supuesta utilización de tecnología de espionaje fue uno de los escándalos más sonados en la historia reciente del deporte olímpico, generando condenas internacionales y cuestionamientos sobre la ética en la competencia.
Bev Priestman, que anteriormente dirigió a Canadá y logró que el equipo obtuviera la medalla de oro en Tokio 2020 (celebrada en 2021 debido a la pandemia), cuenta con un currículum destacado que incluye participaciones en cuatro Copas Mundiales Femeninas, tres Juegos Olímpicos y tres Copas Mundiales juveniles de la FIFA.
A pesar de su pasado de éxitos, la sombra del escándalo de espionaje la persigue, aunque la nueva directiva del Wellington Phoenix ha mostrado su confianza en su capacidad para devolverla al protagonismo.
Supuestamente, la decisión de contratar a Priestman también responde a la creciente inversión en el #fútbol femenino en Oceanía, donde se busca potenciar el desarrollo del deporte y atraer a más patrocinadores y seguidores.
La llegada de una figura tan polémica ha generado opiniones divididas, con algunos apoyando la apuesta por su experiencia y otros cuestionando la ética de la misma.
El presidente del club, Rob Morrison, expresó: “Estamos muy contentos de poder darle la bienvenida a Bev de nuevo al mundo del fútbol. Todos sabemos que ha tenido un período alejada del juego, pero entendemos las circunstancias y estamos convencidos de que puede aportar mucho a nuestro equipo.
Bev está muy motivada y lista para comenzar a trabajar con las jugadoras”.
El escándalo de espionaje en los Juegos Olímpicos de París sigue siendo tema de discusión en todo el mundo
Mientras tanto, el escándalo de espionaje en los Juegos Olímpicos de París sigue siendo tema de discusión en todo el mundo, supuestamente poniendo en duda la integridad del deporte olímpico y generando debates sobre la ética en el uso de tecnología en competencias deportivas de alto nivel.
La participación de Priestman en este contexto ha añadido un capítulo más a la controversia.
En una historia que sigue desarrollándose, la comunidad futbolística y el público en general observan con atención cómo Priestman asume su nuevo rol, en una ciudad que, aunque lejos de los reflectores, busca consolidarse como un referente en el fútbol femenino a nivel mundial.