El Paris Saint-Germain conquista la máxima gloria del fútbol europeo tras vencer 5-0 a Inter de Milán en una final que quedará en la historia. La transformación del club y la llegada de nuevos talentos marcaron la noche en Munich.
Después de años de intentos y fracasos, el Paris Saint-Germain finalmente ha alcanzado la gloria que tanto buscaba en el fútbol europeo. La final de la UEFA Champions League 2024-25 se disputó en el Allianz Arena de Múnich, un escenario emblemático que vio al club francés coronarse campeón tras una victoria contundente de 5-0 frente a un Inter de Milán que no pudo detener la ofensiva parisina.
Este logro marca un hito en la historia del club, que desde su adquisición por parte de Qatar Sports Investments en 2011, ha invertido millones en fichajes galácticos y en construir un equipo competitivo, aunque sin obtener hasta ahora la tan ansiada orejona.
La historia del PSG en Europa ha sido de altibajos. Tras su fundación en 1970, el club francés logró sus primeros éxitos en las ligas nacionales, pero en la escena continental siempre había quedado a deber.
Su primera final de Champions fue en 2020, frente a Bayern Munich, en la que perdió en un duelo muy emotivo y marcado por la tristeza, especialmente para figuras como Neymar y Kylian Mbappé.
Sin embargo, la noche en Munich fue diferente. La victoria fue el resultado de una transformación en la filosofía del club, dejando atrás la era de fichajes costosos de estrellas individuales para apostar por una estructura más sólida y unificada.
El joven delantero francés Désiré Doué, de apenas 19 años, fue la gran figura del partido. En una actuación memorable, marcó dos goles y asistió en otra jugada en poco más de una hora en el campo, siendo nombrado el mejor jugador de la final.
Su rendimiento simboliza el cambio generacional y la apuesta por talentos emergentes que ha implementado el cuerpo técnico liderado por Luis Enrique, quien logró lo que pocos en la historia del fútbol: conquistar la Champions con dos clubes diferentes, tras su éxito con el Barcelona en 2015.
Además, el técnico español guió al PSG a obtener su primer triplete de la historia, sumando la Champions, la Ligue 1 y la Copa de Francia.
La victoria en Múnich también es un golpe de autoridad para un club que durante años fue considerado solo un «galáctico» con estrellas como Zlatan Ibrahimovic, David Beckham, Edinson Cavani, Neymar, Mbappé y Messi.
La llegada de estos jugadores, en su momento, fue vista como la apuesta más ambiciosa del fútbol mundial, con transferencias que rompieron récords y que llenaron de estrellas el vestuario parisino.
Neymar fue traspasado desde Barcelona en 2017 por aproximadamente 250 millones de euros, mientras que Mbappé y Messi también llegaron con contratos millonarios que superaban los 100 millones de euros.
Sin embargo, tras la salida de estos ídolos, el equipo ha apostado por una estructura más equilibrada y cohesionada.
El triunfo del PSG en esta final no solo representa un logro deportivo, sino que también genera debates sobre la implicación de los Estados-nación en el deporte, especialmente en el contexto de la financiación estatal de clubes europeos.
Qatar, a través de su inversión en PSG, ha estado en el centro de las polémicas relacionadas con el «sportswashing», una estrategia para mejorar la imagen internacional del país mediante el deporte.
En una noche llena de emociones, miles de aficionados parisinos celebraron en las calles de Múnich, ondeando banderas y lanzando fuegos artificiales, mientras que en el estadio, la afición del Inter se dispersaba con tristeza tras la derrota.
La celebración fue aún más significativa si se tiene en cuenta que en 2020, el PSG perdió la final contra Bayern, en un partido que quedó marcado por la pandemia del COVID-19, en el que la afición no pudo estar presente.
Este triunfo también posiciona al PSG como uno de los grandes del fútbol europeo, igualando en prestigio a clubes históricos como Real Madrid, Barcelona, Bayern Munich y Manchester United.
La historia del club, marcada por inversiones millonarias y una ambición desmedida, ahora tiene un capítulo dorado que seguramente será recordado por décadas.
La conquista de la Champions League llega después de 14 años desde que el club fue fundado, y tras una inversión que supera los 300 millones de euros en fichajes y estructura.
En definitiva, la victoria del PSG en la Champions League 2024-25 representa la culminación de una visión a largo plazo, una transformación en su filosofía deportiva y un mensaje claro a sus rivales: el fútbol europeo ha cambiado, y el club parisino está aquí para quedarse en la élite del deporte rey.
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