Un enfrentamiento tenso entre Nueva Chicago y Almirante Brown en el campeonato de ascenso argentino terminó en peleas, agresiones y sanciones para algunos jugadores, dejando un saldo polémico en el fútbol local.

La rivalidad entre ambos clubes, que ha perdurado a lo largo de décadas, se intensificó en un partido que evidenció una vez más la tensión que puede generar este tipo de encuentros.
El partido, disputado en el estadio de Mataderos, comenzó con un clima caldeado, que se trasladó rápidamente al campo de juego y a las tribunas. Los incidentes comenzaron antes del pitazo inicial, cuando en la intersección de Monte y Montiel, personal policial tuvo que intervenir para disuadir a un grupo de personas que protagonizaba una pelea a golpes de puño.
La policía, involucrando a unidades del Grupo de Acción Motorizada (GAM) y la División de Operaciones Urbanas (DOU), logró controlar la situación y detener a los principales agresores.
Durante el partido, se vivieron momentos de tensión que desembocaron en escenas violentas. Tras un gol del equipo visitante, Almirante Brown, los hinchas de Chicago percibieron a un supuesto infiltrado en su tribuna y procedieron a expulsarlo con actitud agresiva, dejándolo sin camiseta y con el rostro ensangrentado.
Este tipo de incidentes no son extraños en el fútbol argentino, donde la violencia y la intimidación a menudo marcan estos encuentros.
En el momento en que la victoria de la Fragata parecía consolidada, las tensiones se intensificaron aún más. Cuando los jugadores del equipo visitante comenzaron a celebrar con euforia en el campo, los jugadores de Chicago, incapaces de soportar las festejos, se dirigieron en manada a increparlos.
La situación escaló rápidamente con insultos, empujones y golpes, en particular, un jugador local, Juan Sebastián Mendoza, intentó pelear con algunos rivales, aunque sin golpes que hayan causado lesiones graves.
La policía, en medio de la confusión, trataba de calmar los ánimos, pero hubo momentos en que la violencia fue inevitable. La disputa no quedó solo en la cancha; algunos futbolistas, al cruzar hacia la manga del vestuario, hicieron gestos y burlas hacia los fanáticos, lo que fue considerado por la policía como una incitación a la violencia.
Como consecuencia, los jugadores Agustín Nicolás Dáttola y Nelson Gerardo Alegre Rojas, de Almirante Brown y Nueva Chicago respectivamente, fueron infraccionados por sus conductas.
Sino que también generaron #sanciones para algunos jugadores
Los incidentes no solo afectaron la imagen del fútbol local, sino que también generaron sanciones para algunos jugadores. Se anticipa que, en los próximos días, el árbitro Juan Pablo Loustau presentará un informe con las posibles suspensiones. En el campo de juego, los goles del visitante fueron anotados por Ramón González, Marcos Abreliano y Enzo Cardozo, mientras que Daniel Abello descontó para Chicago.
Con este resultado, Almirante Brown acumuló 24 puntos en la clasificación, en una posición que lucha por escalar en su zona, mientras que Nueva Chicago quedó con 32 puntos, lejos de los primeros puestos.
Este clásico quedó marcado por la violencia y las controversias que representaron un retroceso en el comportamiento del fútbol profesional, poniendo en jaque el compromiso de las instituciones para promover un deporte sin violencia.