El encuentro entre Sarmiento y Rosario Central fue detenido tras 45 minutos debido a la fuerte lluvia y el riesgo de tormenta eléctrica, sin que se definiera una fecha para su reanudación.

La jornada, originalmente programada para avanzar con normalidad, estuvo marcada por una intensa lluvia acompañada de la amenaza de tormentas eléctricas, lo que hizo imposible continuar con el encuentro.
Desde el comienzo, el clima fue una complicación significativa. El campo de juego presentaba zonas inundadas y la pelota rodaba de manera imprevisible, complicando el desarrollo del partido. En las primeras acciones, los jugadores tuvieron dificultades para mantener el control y el ritmo, lo que llevó a que el árbitro Andrés Merlos decidiera recorrer el campo en el entretiempo y evaluar la situación.
Durante ese análisis, Merlos declaró que seguir jugando representaba un riesgo muy alto para los futbolistas. La acumulación de agua en varias áreas del campo hacía que la superficie fuera muy resbaladiza y peligrosa, aumentando la probabilidad de lesiones.
Además, el pronóstico del tiempo indicaba que las lluvias persistirían en la madrugada y durante buena parte del día, lo que descartó la posibilidad de reanudar el encuentro esa misma tarde.
El partido fue particularmente relevante para ambos equipos, ya que cada uno buscaba sumar puntos en su intención de mantenerse en los puestos de clasificación.
Para Rosario Central, estos 3 puntos eran esenciales para consolidar su posición en la cima del Grupo B, mientras que Sarmiento, siendo uno de los punteros en su zona, buscaba asegurar su liderazgo.
Lo llamativo del episodio fue también la logística y las condiciones del operativo de seguridad, que incluyó medidas especiales. Por ejemplo, aquellos hinchas que residían en Santa Fe no pudieron ingresar al estadio, a menos que hubieran comprado una entrada destinada específicamente para seguidores de otras provincias o de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Esta política refleja un esfuerzo por controlar la asistencia y evitar aglomeraciones en un contexto de condiciones climáticas adversas.
Quien ha sido un referente en el #fútbol argentino y tiene una historia ligada a clubes como Rosario Central
El ícono del partido, Ángel Di María, quien ha sido un referente en el fútbol argentino y tiene una historia ligada a clubes como Rosario Central, estuvo presente en el estadio en su calidad de visitante.
La cancha, en su estado, evidenció las dificultades que enfrentan los futbolistas en días de lluvia intensa: sectores con agua acumulada, césped encharcado y un terreno de juego que alteraba los movimientos y las estrategias.
En las acciones de juego, hubo situaciones destacadas: un posible penal sobre Carlos Quintana que fue revisado por el VAR, pero finalmente no sancionado, y varias aproximaciones peligrosas que, por el estado del campo, no lograron concretarse en goles.
De hecho, a los pocos minutos, el árbitro decidió reanudar el juego, pero ante la persistente lluvia, optó rápidamente por detenerlo.
El panorama meteorológico hace que sea improbable la reanudación del encuentro en el corto plazo, y las próximas semanas, con la celebración de elecciones provinciales en Buenos Aires, también dificultan la posibilidad de reprogramarlo.
La #suspensión deja a los hinchas y a los equipos en suspenso, a la espera de que las condiciones climáticas mejoren y permitan jugar en condiciones más seguras.
Este incidente no solo resalta los desafíos que el fútbol enfrenta frente a fenómenos naturales, sino que también pone en evidencia la necesidad de planificaciones que garantizen la integridad de todos los involucrados.
La historia reciente de la liga argentina ha visto cómo las condiciones climáticas han alterado partidos en varias ocasiones, obligando a reprogramar encuentros y causar modificaciones en los calendarios.
En conclusión, el enfrentamiento entre #Sarmiento y #Rosario Central será reprogramado en una fecha aún por definir, una vez que las condiciones del tiempo sean favorables.