Análisis del año 2025 para River Plate y Boca Juniors, con crisis deportivas, ventas millonarias y la ausencia de campeonatos oficiales.
Después de una larga etapa sin campeonatos compartida, ninguno logró levantar un trofeo y las historias del #Superclásico se fueron alternando entre victorias y decepciones.
En el balance, Boca terminó con más puntos en la anual (62) que River (53), y eso les dio la clasificación a la Copa Libertadores 2026; sin embargo, el conjunto xeneize vivió un año de rendimiento irregular y el Millonario sufrió una caída notoria en el tramo decisivo, que terminó llevando a ambos a balances que invitan a reflexionar sobre el rumbo futbolístico de cada institución.
El año mostró diferencias temáticas, pero un tono único: pérdidas de consistencia, derrotas en momentos clave y una necesidad de replantear planteles y metodologías.
River jugó con una mezcla de continuidad y dudas a lo largo de la campaña, disputando competiciones en paralelo y enfrentando una realidad deportiva que se volvió más compleja a medida que avanzaba el calendario.
En paralelo, Boca vivió una campaña de altibajos que incluyó tres cambios de entrenador y una serie de eliminaciones decisivas que dejaron fuera de la Libertadores y de la Copa Argentina, a pesar de algunos pasajes de buen fútbol.
Una de las noticias de mayor impacto fue la salida de Franco Mastantuono al Real Madrid. La operación se cerró en 45 millones de euros, una cifra que, aunque representa una plusvalía para la entidad formadora, dejó un hueco importante en la planificación deportiva y en la rotación del plantel a nivel local e internacional.
En lo económico, #River Plate llevó a cabo inversiones por encima de los 60 millones de dólares durante los dos mercados de pases, es decir, aproximadamente 55 millones de euros.
Fueron 12 fichajes: algunos cumplían con la promesa, otros quedaron en deuda y la gestión deportiva quedó marcada por una inercia de resultados que no terminó de traducirse en títulos.
Boca, por su parte, gastó una cantidad cercana a los 32 millones de euros (unos 35 millones de dólares) en el periodo reciente, lo que representa un poco más de la mitad de lo invertido por River.
Entre las operaciones más destacadas estuvieron Alan Velasco, adquirido por 10 millones de dólares (unos 9,2 millones de euros), Cristian Medina por 15 millones de dólares (aproximadamente 13,8 millones de euros) y otros movimientos que buscaban darle mayor dinamismo al ataque y al mediocampo.
Marcos Rojo dejó la institución, Edinson Cavani se mantuvo con altibajos por las lesiones, y Leandro Paredes llegó como un golpe de efecto que, a la fecha, no logró la consagración de un título.
En la gestión de Juan Román Riquelme, por ahora, los títulos siguen sin aparecer en el palmarés.
En el plano deportivo, River disputó 54 partidos, obtuvo 22 victorias, 21 empates y 11 derrotas, con un total de 72 goles a favor y 44 en contra, lo que le dejó un rendimiento del 53,70% de puntos.
Boca, por su parte, disputó 44 encuentros, ganó 22, empató 11 y cayó 11 veces; convirtió 67 goles y recibió 34, para un 58,33% de puntos. En los grandes torneos, el rendimiento fue similar en cuanto a la irregularidad, y la ausencia de un título dejó al día como un año de altos y bajos que no logró consolidar una campaña ganadora.
El devenir de la temporada incluyó también un fallo en el Mundial de Clubes, donde ninguno de los dos logró pasar la fase de grupos, lo que subrayó las limitaciones de rendimiento ante rivales de nivel continental e internacional.
El equipo llevó a cabo una revisión de 45 futbolistas a lo largo de 2025
Marcelo Gallardo atravesó su año más complicado como técnico en este periodo, con rotaciones constantes y una confianza público-privada que no lograba consolidarse; el equipo llevó a cabo una revisión de 45 futbolistas a lo largo de 2025, con cambios que reflejaron la búsqueda de una identidad que no terminó de conformarse.
Por su parte, Boca también vivió una era de transiciones. El club pasó por cuatro entrenadores, y el episodio de la eliminación ante Alianza Lima en la Libertadores y la derrota contra Racing en el Clausura fueron señales claras de que el proyecto necesita ajustes profundos.
La presidencia de Juan Román Riquelme, que llegó en diciembre de 2023, aún no pudo brindar el anhelado impulso de un título, y ese vacío se hizo más notable en un año que dejó al #fútbol argentino observando con atención cómo se recomponen ambas instituciones.
