El Tribunal de Disciplina de la AFA extiende el plazo para definir el destino del partido entre Gimnasia de Jujuy y Deportivo Madryn, en medio de acusaciones de amenazas y conductas racistas durante los cuartos de final. La situación genera controversia y mantiene en suspenso el desenlace de la serie por el ascenso a Primera.
Lo que en un principio parecía un simple encuentro suspendido por incidentes en el campo, ahora se ha convertido en una disputa que mantiene en vilo a dirigentes, hinchas y a la propia organización de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
La última decisión del Tribunal de Disciplina de la AFA fue postergar la resolución del caso, otorgándole un plazo de 48 horas a la institución patagónica para que presente su versión de los hechos que ocurrieron durante el pasado fin de semana.
La controversia gira en torno a una suspensión inesperada del partido en el entretiempo, tras una denuncia por amenazas de los dirigentes jujeños contra el árbitro Lucas Comesaña, que terminó suspendiendo el partido en medio de acusaciones de violencia y conductas intolerantes.
El árbitro de 42 años informó que, antes de la interrupción, sufrió amenazas y amenazas de muerte por parte de un dirigente local. Sin embargo, la dirigencia jujeña niega esta versión y sostiene que Comesaña inventó esas amenazas para justificar la suspensión del encuentro y favorecer a su equipo, que en ese momento iba ganando 1-0.
La suspensión se produjo en una situación muy tensa, en medio de acusaciones cruzadas y un clima hostil que también involucra a los alcanzapelotas y a la parcialidad local.
Los jugadores y el cuerpo técnico de #Gimnasia de Jujuy presentaron varias alternativas para reanudar el partido, incluyendo disputar la segunda parte en su estadio a puertas cerradas o en un estadio neutral, con el objetivo de buscar una solución que garantice la justicia deportiva.
La opción que más ha generado #polémica es la repetición del encuentro
La opción que más ha generado polémica es la repetición del encuentro, asegurando una competencia igualitaria, dado que el resultado parcial beneficiaba al equipo jujeño.
La denuncia por insultos racistas también ha sido un factor que complicó aún más la situación. Se reportó que un alcanzapelotas habría sido insultado con expresiones xenófobas, lo que genera condena en diversos ámbitos. Lucas Comesaña, en declaraciones públicas, desmintió haber realizado dichas expresiones y afirmó que la denuncia es infundada. La existencia de un video en el que aparece el árbitro en contacto con un alcanzapelotas fue parte del debate, generando más dudas y acusaciones.
Este episodio no solo refleja las tensiones que a veces surgen en el fútbol argentino, sino que también remite a una historia de conflictos similares en la Primera Nacional, donde incidentes de violencia, racismo y polémicas arbitrales han marcado el desarrollo de ciertos partidos en las últimas décadas.
La justicia deportiva ahora debe determinar si reanudará o no el encuentro, lo cual podría influir en la clasificación del torneo y en la lucha por el ascenso a la Liga Profesional.
Históricamente, el #fútbol argentino ha tenido que lidiar con episodios similares de violencia y conductas antideportivas, desde los enfrentamientos en los años 80 hasta las polémicas recientes que han puesto en jaque la imagen del fútbol nacional.
La seriedad con la que la AFA y el Tribunal de Disciplina manejen este caso será clave para demostrar que el deporte puede avanzar hacia una mayor transparencia y justicia.
