El club argentino Newell's Old Boys generó controversia al sancionar a niños de apenas 9 años por tomarse una foto con un jugador de Rosario Central. La decisión, motivada por la tensión política y deportiva en la ciudad de Rosario, levantó debates sobre la protección infantil y la pasión por el fútbol en un contexto de crisis institucional.

A pesar de que la mayoría de los equipos del fútbol argentino se encuentran en sus periodos de descanso, la noticia del escándalo en Newell's Old Boys ha capturado la atención de todos.
La institución decidió sancionar a seis niños de solo 9 años que participan en la escuela de fútbol de Malvinas Argentinas, un semillero que ha dado talentos destacados como Lionel Messi y otros ídolos del fútbol argentino.
La causa de la sanción fue una foto en la que los niños posaron junto a Ignacio Malcorra, jugador de su clásico rival, Rosario Central.
La reacción del club fue aplicar una suspensión de tres meses y retirarles la beca, una decisión que fue tomada en conjunto con los padres, quienes también expresaron que estaban recibiendo amenazas por parte de allegados a la hinchada local.
Ignacio Astore, presidente de Newell's, justificó la medida argumentando que la intervención se hizo para cuidar a los menores en un contexto donde la tensión política y deportiva en la ciudad de Rosario está en su punto más alto.
Esta situación ha abierto un debate más amplio acerca del papel del fútbol en escenas infantiles y la influencia de las rivalidades en menores de edad.
Algunos figuras públicas, como Lionel Scaloni, técnico de la selección argentina, apoyaron públicamente la postura de los niños y el gesto amistoso de Malcorra, intentando desdramatizar el incidente.
Por su parte, Cristian Fabbiani, actual entrenador de Newell's y exjugador emblemático del club, salió en defensa de los menores y de la dirigencia. En sus declaraciones, también hizo un análisis político, señalando que la decisión estaba relacionada con el contexto electoral que atravesaba la institución.
Fabbiani, quien retornó a la entidad rosarina en un rol directivo, explicó que la suspensión no fue solo un acto de protección, sino también una estrategia para evitar que las expresiones de las menores vías de tensión aumenten.
Detalló que el club buscaba evitar situaciones que puedan perjudicar a los niños en un año electoral, donde las disputas internas se intensifican y las decisiones toman tintes políticos.
El incidente tiene su origen en una fotografía que se viralizó en las redes sociales, donde los niños, todos de 9 años, aparecen con el jugador Ignacio Malcorra, quien fue clave en la victoria de Central en partidos recientes.
La controversia se desató no solo por el acto en sí, sino por la interpretación que se hizo respecto a la polarización que vive la ciudad y la rivalidad entre ambos clubes.
En Rosario y en la provincia de Santa Fe en general, el fútbol va más allá de lo deportivo: es parte de la identidad local y un elemento que moviliza pasiones profundas.
La rivalidad entre Newell's y Central tiene raíces históricas que datan del siglo XX, y en los últimos años se han vivido episodios de violencia y tensiones que a menudo cruzan los límites del deporte.
Este episodio evidencia cómo el fútbol y las emociones que le rodean pueden influir en la infancia y en la percepción que tienen los menores del juego.
Las decisiones del club generan rechazo en algunos sectores, que ven en ellas una excesiva protección, mientras que otros consideran que se hace para evitar que las pasiones desbordadas puedan perjudicar a los niños.
En un contexto donde la política y el deporte se mezclan frecuentemente, las autoridades y las instituciones deportivas deben buscar un equilibrio que vele por la integridad física y emocional de los menores.
La historia reciente del fútbol argentino está marcada por episodios similares, en los que la pasión desmedida ha llevado a situaciones de violencia y en muchos casos, a decisiones polémicas como la sanción a los niños de Newell's.
Cabe recordar que, en Argentina, el fútbol tiene una influencia social y cultural que trasciende lo deportivo. La rivalidad entre clubes como Boca y River, Independiente y Racing, o en Rosario, Newell's y Central, generan identidades fuertes y sentimientos que pueden sobrepasar los límites del deporte en ciertos momentos.
La protección de los menores en este contexto es una temática que requiere atención y diálogo, para evitar que la pasión se convierta en motivo de conflictos o inseguridad para los más jóvenes.