Los jóvenes futbolistas Nicolás Paz y Giuliano Simeone participaron juntos por primera vez en la selección argentina en la victoria 1-0 contra Chile en Santiago, continuando una tradición familiar en el fútbol internacional. Sus padres, Pablo Paz y Diego Simeone, también compartieron cancha en la albiceleste en el pasado.

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En un hecho que refleja tanto la continuidad generacional como la creciente proyección de las nuevas figuras del fútbol argentino, #Nicolás Paz y #Giuliano Simeone hicieron su debut conjunto en la selección mayor del país durante el partido contra Chile, disputado en Santiago por la 15ª fecha de las clasificatorias sudamericanas para el Mundial 2026.

La victoria por 1-0, con gol de contexto y tensión en la competencia, marcó un hito, no solo por el resultado, sino por la presencia de estos jóvenes talentos en un escenario tan importante.

Nicolás Paz, nacido en Santa Cruz de Tenerife, España, y con pasado en clubes españoles, llegó a la selección argentina en 2023. Debutó oficialmente en octubre pasado en un partido contra Bolivia en el Estadio Monumental, donde el equipo se impuso por 6-1, mostrando las credenciales del jugador que, a sus 24 años, busca consolidarse como una pieza clave en el mediocampo de la albiceleste.

Por su parte, Giuliano Simeone, hijo del entrenador Diego Simeone y del exfutbolista y técnico en el Atlético de Madrid, debutó en marzo pasado y rápidamente se convirtió en una opción habitual para los entrenadores.

El partido en Santiago fue histórico, no solo por la victoria, sino porque ambos jugadores compartieron más de la mitad del encuentro en el campo, durante 56 minutos.

Giuliano fue reemplazado por Lionel Messi, en un gesto que simboliza la transición generacional en el fútbol argentino. Nicolas, en ese momento, jugó junto a otros referentes y se mostró con confianza en el mediocampo, demostrando un nivel que hace suponer que su presencia en la selección se mantendrá en los próximos partidos.

Este debut conjunto recuerda a los primeros pasos en la celeste y blanca de sus padres, Pablo Paz y Diego Simeone, quienes compartieron 12 partidos en la selección entre 1996 y 1998 durante la era de Daniel Passarella.

Ambos, que jugaron en diversas posiciones, acumularon casi 13 años de experiencia en el equipo nacional y defendieron en 757 minutos la camiseta albiceleste, dejando un legado que ahora, con orgullo, transmiten sus hijos.

El primero de los encuentros entre Paz y Simeone se remonta a julio de 1996 en Lima, en un partido que Argentina empató sin goles contra Perú en las clasificatorias para la Copa del Mundo en Francia.

En esa ocasión, la presencia de Paz fue como relevo, participando en los minutos finales, en un escenario complicado por la expulsión de Abel Balbo. Luego, jugaron juntos en varias ocasiones en partidos de clasificación mundialista y amistosos, incluyendo el Mundial de Francia 1998, donde compartieron minutos en la fase de grupos.

El legado familiar en la selección argentina continúa con otros ejemplos, como Giovanni Simeone, hijo de Diego, quien también ha defendido la camiseta nacional en varias categorías juveniles y en el equipo principal.

Los vínculos familiares en el #fútbol argentino son comunes y reflejan una tradición que persiste a través de generaciones, siendo uno de los recursos más valorados por la historia y cultura del deporte en el país.

El debut conjunto de Nicolás Paz y Giuliano Simeone abre una nueva etapa para la selección argentina, que busca mantener su competitividad en el escenario internacional y construir un proyecto joven y sólido para el próximo campeonato mundial.

La presencia de estos jugadores, con sus raíces familiares y su talento, simboliza el presente y el futuro del fútbol argentino en las eliminatorias rumbo a Estados Unidos, Canadá y México en 2026.