El equipo de Newell's sufrió otra derrota en el torneo, esta vez 2-1 ante Barracas Central en un partido marcado por controversias y una expectativa de mejorar su rendimiento.
Desde aquel triunfo, el equipo rosarino no ha conseguido sumar de a tres puntos en el torneo, acumulando varias derrotas que preocupan a su hinchada. En el último fin de semana, el equipo sufrió una nueva derrota, esta vez por 2-1 frente a #Barracas Central en el estadio Marcelo Bielsa.
El escenario estuvo lleno en una jornada que prometía buen fútbol, pero que terminó marcada por decisiones arbitrales controvertidas y un clima de tensión en las gradas.
Todavía sin una victoria en el torneo, el equipo dirigido por el ‘Ogro’ Rubén Fabbiani mostró algunos mejores momentos, pero no fue suficiente para evitar la derrota.
La hinchada, que en ocasiones trasmite una pasión incondicional, también mostró su malestar, especialmente tras el gol de Barracas en la fase final del primer tiempo.
El partido comenzó con una propuesta agresiva por parte de Barracas Central, un equipo que, en los últimos años, ha sabido aprovechar sus recursos y potenciar su estilo de juego bajo el mando del entrenador Ruben Dario Insua.
La presencia del hijo del técnico, Rodrigo, en tareas de ataque fue constante, demostrando la ambición del equipo visitante. Sus avances por la banda izquierda generaron varias ocasiones peligrosas, aunque la mejor de ellas fue un remate desde la medialuna que fue desviado por poco y una media distancia que obligó a Juan Espínola a realizar una excelente atajada.
Por su parte, Newell’s, que aún no puede aprovechar su estadio como fortín, intentó mantenerse con presencia en ataque y mejorar la conexión en las jugadas.
La apertura del marcador llegó a los seis minutos de juego, tras una buena maniobra de Ever Banega, quien sirvió un centro preciso a la cabeza de ‘Charly’ González, para poner el 1-0 a favor de la Lepra.
Sin embargo, esta ventaja no duró mucho. En la última jugada del primer tiempo, Facundo Bruera logró empatar con un remate que se desvió en un defensor y dejó sin opciones a Espínola.
La segunda parte comenzó con Barracas Central mostrando mayor intensidad
El empate enfureció a las tribunas y a los jugadores de Newell’s, que se fueron al descanso con esa sensación de oportunidad perdida. La segunda parte comenzó con Barracas Central mostrando mayor intensidad. La ventaja definitiva la consiguió mediante un penal cobrado por el VAR, tras una mano en el área, que Iván Tapia transformó en gol, poniendo así el 2-1 en el marcador.
La polémica arbitral, sumada a los proyectiles arrojados por algunos hinchas y los insultos dirigidos a los jugadores, generó un clima muy tenso en el estadio.
A pesar de los esfuerzos de los rosarinos por buscar el empate, el juego se tornó difícil y ya no pudo mantener el mismo ritmo ni precisión. Este resultado representa un nuevo desafío para Fabbiani y sus dirigidos, quienes necesitan encontrar soluciones para revertir esta racha negativa y encaminar sus aspiraciones en el torneo.
Desde su fundación en 1903, Newell’s ha sido uno de los clubes históricos del fútbol argentino, logrando varios títulos nacionales e internacionales.
Sin embargo, en los últimos años, el equipo ha tenido altibajos, atravesando fases de reconstrucción y desafíos económicos, como los que enfrentó en la crisis del país en la década de 2000.
La expectativa es que, con el apoyo de su hinchada y una mejoría en el rendimiento, el club pueda revertir esta situación y volver a competir en los puestos altos del torneo.
Por ahora, los resultados y el rendimiento dejan varias heridas abiertas, y la afición espera que pronto puedan celebrar una victoria que le devuelva la confianza.
