Un bajo rendimiento y un 0-0 en Avellaneda marcaron el encuentro entre Independiente y River, con ambos equipos dejando más intensidad que belleza en el campo. Las lesiones y decisiones tácticas marcaron el desarrollo del duelo, que deja dudas para sus próximos compromisos internacionales.
Los hinchas del Rojo despidieron con aplausos a sus jugadores, reconociendo que el equipo mereció algo más que un #empate 0-0 en un encuentro que fue poco estético y lleno de protestas.
El desarrollo del partido se caracterizó por la lucha física, los errores y las decisiones arbitrales polémicas. En el estadio Libertadores de América-Ricardo Bochini, ambos conjuntos no lograron desplegar su mejor fútbol y, en cambio, se vieron envueltos en un mar de faltas, disputas y desorganización.
La falta de conexiones y la escasez de ocasiones de gol reflejaron un fútbol que las mismas autoridades de la Liga Profesional y la Asociación del Fútbol Argentino parecen no querer mejorar, priorizando otras variables sobre el espectáculo.
Desde lo táctico, #River Plate presentó innovaciones en el descanso, reemplazando a Germán Pezzella debido a una lesión en la rodilla izquierda, que lo dejó muy incómodo durante todo el partido.
El ingreso de Juan Fernando Quintero y Giuliano Galoppo intentó darle mayor dinamismo, logrando realizar algunos pases que al menos generaron inquietud en la mitad rival.
Sin embargo, el equipo de Marcelo Gallardo no encontró las vías para crear peligro real, limitándose a remates aislados, como un disparo de Borja que se fue por encima del arco y otro de Galarza Fonda que el arquero Rey controló sin problemas.
Por su parte, #Independiente estuvo más activo y mostró mayor presencia física, especialmente en el medio campo. Luciano Cabral fue de los puntos altos del equipo, escapando de las marcas y elaborando jugadas con Walter Mazzantti, quien intentó generar peligro desde el extremo izquierdo.
La mejor opción del Rojo fue un mano a mano que Franco Armani le ganó con autoridad a Mazzantti tras una habilitación de Abaldo, quien, pese a su reciente integración al equipo tras pocos entrenamientos, intentó hacer la diferencia.
Además, los hinchas silbaron a jugadores como Iván Marcone y Gabriel Ávalos al momento de la alineación, expresando su frustración por el desempeño del equipo.
Las polémicas también sumaron tensión al encuentro. Los goles anulados a Santiago Montiel y Mazzantti por posición adelantada fueron correctamente invalid Vintados, gracias a la buena labor del línea Miguel Savorani, sin necesidad del VAR.
La lesión de Germán Pezzella fue un momento clave, ya que el experimentado zaguero no pudo continuar tras sentir molestias en su rodilla, un indicio de que problemas físicos podrían afectar a ambos equipos en sus próximos desafíos.
Respecto a las lesiones
Respecto a las lesiones, cabe señalar que Pezzella, jugador fundamental en la defensa de River, se convirtió en la principal preocupación del cuerpo técnico de Gallardo, quien ya realizó cambios en el equipo en busca de mantener el equilibrio.
La apuesta por ingresados como Juanfer Quintero y Giuliano Galoppo no logró revertir el dominio de Independiente, que fue más intenso y peligroso en su momento de mejor rendimiento.
Fortaleza en lo físico y voluntad son aspectos valorados por los entrenadores. La presencia de jugadores como Cabral y la lucha de los de Independiente dejaron una imagen de esfuerzo, aunque la calidad del fútbol quedó relegada a un plano secundario.
La igualdad mantiene abiertas las esperanzas para ambos en las competencias internacionales que se avecinan, pero también revela las áreas de mejora en estos equipos de cara a futuros partidos.
De cara a los próximos compromisos, River se prepara para enfrentar a Libertad en Paraguay, con la duda sobre si Marcelo Gallardo facilitará la participación de Lautaro Rivero, quien debutó con gran proyección en este partido, o si lo reservará para la disputa en la Copa Libertadores.
