El jugador Matías Orihuela fue arrestado en Mendoza tras protagonizar un altercado policial, siendo imputado por amenazas y resistencia. La causa avanzó a una fiscalía penal y continúa detenido, a la espera de una audiencia en la que podría solicitar su libertad.

El jugador, que recientemente se incorporó en el mercado de pases al equipo verdinegro, fue detenido durante un control policial en la ruta 7 en alta montaña, en una zona entre Potrerillos y Luján de Cuyo.
La situación tomó relevancia y derivó en cargos formales en su contra: amenazas y resistencia a la autoridad.
El episodio ocurrió cuando Orihuela conducía una camioneta Ford Ranger de color negro, acompañado por su esposa e hija. La policía mendocina informó que fue detenido por trasgredir la doble línea amarilla en una curva peligrosa. La denuncia policial afirma que, al solicitarle la documentación, el futbolista descendió del vehículo presentando una actitud agresiva y diciendo frases que no lograron ser interpretadas en ese momento.
Según el informe policial, la situación se agravó cuando el oficial Cañizares intentó mediar para calmar a Orihuela. El jugador, en un impulso brusco, abrió la puerta del vehículo golpeando al oficial y, posteriormente, lo atacó físicamente con golpes de puño. La secuencia quedó registrada por una cámara corporal y fue presentada como prueba en la investigación.
lanzando amenazas y asegurando tener influencias en la AFA (Asociación del Fútbol Argentino)
Testigos y las imágenes mostraron que Orihuela resistió el procedimiento policial, lanzando amenazas y asegurando tener influencias en la AFA (Asociación del Fútbol Argentino).
En el relato policial, también se destaca que el jugador rompió el acta de infracción antes de ser reducido por varios efectivos. Además, durante el traslado al móvil policial, giró sobre sí mismo y propinó golpes al oficial, quien cayó al suelo en el forcejeo.
Después de ser reducido, Orihuela fue trasladado a la comisaría 11 de Luján de Cuyo. Sin embargo, debido a la gravedad de las acciones y las amenazas vertidas, el fiscal Gustavo Stroppiana dispuso que fuera trasladado al penal de San Felipe en Mendoza.
La decisión fue justificada por el evidente riesgo procesal que representaba su conducta.
La defensa del futbolista solicitó que declarara y que pedía el control de detención para que siga en libertad hasta la audiencia prevista para este jueves a las 11:00.
La audiencia, que será llevada adelante por un juez de garantías, será crucial para determinar si Orihuela puede continuar en libertad durante el proceso.