El mercado de pases en Argentina revela una tendencia de fichajes con cláusulas de rescisión que superan los 100 millones de euros, reflejando una mejoría económica y competitiva en la región, con jugadores que vuelven de Europa y clubes que gestionan sus recursos de forma más profesional.

A diferencia de épocas pasadas, donde los jugadores preferían clubes de países vecinos por salarios modestos, en la actualidad los clubes del país están apostando por retener a sus talentos con cifras que superan los cien millones de euros en algunos casos, reflejando un crecimiento sustancial en la rentabilidad y gestión de sus plantillas.
Este fenómeno no solo se debe a la recuperación económica del deporte en Argentina, sino también a una macrogestión de clubes que actúan de manera más profesional, tratando a sus instituciones como verdaderas empresas, aunque sin perder su carácter de asociaciones civiles sin fines de lucro.
La estabilidad económica, combinada con un tipo de cambio controlado, permite a los clubes fijar salarios y cláusulas de rescisión que sirven como barrera de protección para sus figuras.
Un ejemplo emblemático fue la transferencia de Franco Mastantuono, que dejó el club por 51 millones de dólares, equivalente a aproximadamente 45 millones de euros al cambio actual.
La cifra refleja el interés de clubes europeos por talentos sudamericanos, y en Argentina, los clubes grandes como River Plate y Racing Club no dudaron en establecer cláusulas de rescisión que oscilan entre los 100 y 122 millones de euros, unos 106 a 130 millones de dólares.
Estos montos responden a la necesidad de generar un mercado interno fortalecido y evitar la fuga masiva de jugadores hacia ligas con mayores ingresos, como la brasileña, que si bien es la más potente de la región, tiene un sistema diferente, aceptando sociedades anónimas deportivas y gestionando recursos que superan con creces los de Argentina.
En River Plate, por ejemplo, la estrella Adrián "Maravilla" Martínez ha visto incrementado su contrato en un 25% en el año 2025, con un sueldo cercano a los 1,4 millones de euros anuales.
La gestión del club busca mantener a sus jugadores en el país, con cláusulas de rescisión que obligan a posibles interesados a desembolsar cifras cercanas a los 100 millones de euros.
Siendo uno de los salarios más altos en el fútbol argentino
Por su parte, Boca Juniors logró retener a Leandro Paredes, quien resignó algo de dinero en su salario, pero ahora percibe alrededor de 2,8 millones de euros anuales, siendo uno de los salarios más altos en el fútbol argentino.
Otros futbolistas destacados como Edinson Cavani siguen en su nómina con sueldos similares, manteniendo así la competitividad y el atractivo del club.
El resto de los equipos grandes también se suman a esta tendencia, con Independiente, por ejemplo, situando a su capitán Rodrigo Rey y otros referentes en rangos de entre 700 mil y 800 mil euros anuales.
Sin embargo, San Lorenzo, con un presupuesto más reducido, enfrenta mayores desafíos para competir en estos niveles, aunque intenta fortalecer su plantilla con figuras que rondan los 600 mil euros por temporada.
Este escenario económico favorable ha atraído también a figuras internacionales. Nombres como Keylor Navas, el portero costarricense que brilló en el Real Madrid y la selección de Costa Rica, o Fernando Muslera, figura emblemática de Uruguay, han llegado o son considerados para jugar en clubes argentinos, en un momento en que la región comienza a ofrecer condiciones más competitivas.
En conclusión, el #fútbol argentino está viviendo una etapa de crecimiento económico sin precedentes que se refleja en contratos millonarios y fichajes con cláusulas récord.