Favio Orsi y Sergio Gómez, entrenadores con más de 14 años de trabajo conjunto, están cerca de lograr un hito en su carrera tras eliminar a grandes equipos y llegar a la final del Torneo Apertura con Platense, demostrando que la humildad, el trabajo en equipo y la pasión aún son claves en el fútbol argentino.

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En el mundo del fútbol, las historias de superación y trabajo en equipo suelen ser las que dejan huella en la memoria de los hinchas y actores del deporte.

Un ejemplo que va en ese camino es la dupla conformada por Favio Orsi y Sergio Gómez, quienes tras más de una década de trabajo conjunto y una serie de logros en diferentes categorías del fútbol argentino, están actualmente a un paso de alcanzar un hito que podría marcar un antes y un después en sus carreras.

Desde sus primeros pasos en 2011, cuando Oscar Santángelo los convocó para sumar a su cuerpo técnico en Fénix, ambos profesionales han recorrido un largo camino.

Orsi, que tras retirarse por una lesión, decidió sumergirse en el mundo de la formación de jugadores jóvenes en la liga de Escobar, y Gómez, que también había dejado su carrera como futbolista, empezaron a construir una relación profesional y personal sólida.

Esta relación ha ido fortaleciendo su filosofía de trabajo basada en la humildad y el compromiso, valores que aún mantienen vigentes.

A lo largo de estos años, enfrentaron numerosos desafíos: armar planteles económicos, competir en todas las categorías del fútbol argentino y siempre buscar la excelencia en su trabajo, sin importar las circunstancias.

Su capacidad para armar equipos sólidos con presupuestos limitados fue uno de sus mayores logros. Por ejemplo, en Flandria lograron ascender a la Primera Nacional tras una campaña memorable, con solo 9 goles en contra en 19 partidos.

Posteriormente, en Godoy Cruz, lograron una hazaña al vencer a River Plate en el Estadio Monumental, una victoria que quedará en la historia del club y del fútbol argentino.

Luego, en San Martín de Tucumán, llegaron a liderar la tabla de posiciones hasta que la pandemia de Covid-19 paralizó el certamen, dejando intacta la ilusión de un futuro prometedor.

Su paso por el club de Platense, que asumieron en marzo de 2024, ha sido marcado por una serie de logros significativos. En pocos meses, eliminaron en fila a tres grandes del fútbol argentino: Racing, River Plate y San Lorenzo, en lo que se considera una de las campañas más sorprendentes del torneo.

Su capacidad para motivar y dirigir equipos con recursos limitados ha resonado tanto en jugadores como en hinchas. Actualmente, se encuentran en la final del Torneo Apertura, un partido decisivo que podría consagrarlos y dejar huella en la historia reciente del club y del fútbol nacional.

El trabajo de Orsi y Gómez va más allá de lo táctico; es una filosofía de vida que fomenta la unión, la perseverancia y la pasión por el deporte.

En las conversaciones con medios locales, ambos destacan que su éxito se basa en la dedicación diaria, en el trabajo en equipo y en la confianza mutua, pilares que han sabido mantener a pesar de las adversidades.

Su historia también refleja el espíritu de lucha de muchos entrenadores y jugadores argentinos que no cuentan con los mayores recursos, pero que con esfuerzo, estrategia y amor por el fútbol, logran alcanzar sus sueños.

Con esa misma convicción, estos dos profesionales se preparan para afrontar el último desafío de la temporada, confiados en que su trabajo, esfuerzo y pasión los llevarán a cumplir su sueño de coronarse campeones.

Para los hinchas de Platense, estos meses han sido un ejemplo de que, con humildad y trabajo en equipo, es posible consagrarse frente a los pronósticos.

La final del domingo ante Huracán representa no solo un partido más, sino el cierre de una historia que empezó en el barro del ascenso y que en muy poco tiempo puede convertirse en una leyenda del fútbol argentino.

Sin duda, la historia de Orsi y Gómez aún tiene mucho por escribir, y su ejemplo motiva a muchos que sueñan con dejar una huella en este deporte.